Según el Global Gender Gap Report 2022, las cifras de contratos a mujeres en roles de liderazgo han aumentado desde 2016. Si bien en el 2022 aumentó a 36.9%, este porcentaje se frenó durante la pandemia.
“El reporte revela que ha habido un aumento minúsculo de mujeres contratadas en altos puestos ejecutivos” mencionó Sonia Cáceres, CEO de Jump y psicóloga organizacional.
La especialista manifestó que se ha vuelto a retomar la contratación de mujeres en puestos de liderazgos; sin embargo, la mayoría de las mujeres fueron contratadas para puestos gerenciales en industrias donde las mujeres ya estaban muy representadas; como, empresas relacionadas al servicio, banca y retail.
El reto está en entrar a industrias como la minería, metalmecánica, construcción.
Brecha salarial
De acuerdo con el Instituto Peruano de Economía (IPE), la brecha de ingresos laborales entre hombres y mujeres de todo el país se elevó de 19% en 2020 a 25% en 2021. Asumiendo el ritmo promedio de crecimiento de los ingresos de los últimos 15 años (2004-2019).
“Estos resultados muestras que aún hay una brecha de desigualdad salarial significativa entre hombres y mujeres sobre todo en posiciones gerenciales y de alta dirección, expresó la experta en temas de género en el mercado laboral.
Por otro lado, en el Perú hay más de 900 mil mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan, además, el 67% de ellas no cuenta con habilidades formadas para postular a empleos de calidad, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Prejuicios y estereotipos
En múltiples organizaciones todavía existen prejuicios de género que dañan el desempeño de las mujeres. En ese sentido, la CEO de Jump, comentó que muchas empresas realizan procesos de selección evitando contratar mujeres en edad de ser madres o simplemente que ya lo sean.
“La escasa presencia de mujeres en roles gerenciales crea en el entorno la idea de que no es posible ser líder de un equipo siendo mujer. Esas creencias se van fortaleciendo y desmotivan a las mujeres que se esfuerzan por crecer profesionalmente en una organización” añadió Cáceres.
Desafíos para reducir la brecha
Estos son los retos en los que se debe trabajar para acortar la brecha laboral entre hombres y mujeres, en el sector público y privado.
– Falta de modelos a seguir en el liderazgo femenino: Existe poca presencia de mujeres en roles de liderazgo, es por eso, que hay desmotivación para ocupar puestos directivos, limitándose a posiciones de menor jerarquía.
– Brecha Salarial: La desigualdad salarial continúa vigente, a pesar de que las mujeres tengan posiciones gerenciales y de alta dirección, la diferencia de sueldos comparada con la de sus pares hombres continúa siendo amplia.
– Posicionamiento del liderazgo femenino en la organización: Esto se ve con frecuencia en organizaciones muy tradicionales donde es muy poco frecuente que una mujer ocupe un cargo en la toma de decisiones.
– Brecha en líneas de promoción: Es importante asegurar la igualdad en los programas de oportunidades de desarrollo en los puestos de trabajo.
– Equilibrio, vida laboral y familiar: Es todo un reto reincorporarse al trabajo luego de haber tomado licencia por maternidad, encontrando un equilibrio entre la vida laboral y familiar.