Juan Carlos Loaiza

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Por: Juan Carlos Loaiza, jefe del sector de energías renovables en Nexans Indeco

En los últimos años, la transición energética se ha convertido en un proceso clave para todos los países que buscan depender menos de los combustibles fósiles y apostar por una matriz energética más limpia y sostenible. Es el caso de Chile, nación que lideró la transición energética en la región en 2021, con un 27 % de generación de fuentes renovables.

Por su parte, solo el 5 % de la matriz energética peruana proviene de fuentes renovables no convencionales. Si evaluamos esta situación desde el punto de vista del potencial, vemos que el país cuenta con todas las condiciones geográficas para un interesante desarrollo de este tipo de energías. La velocidad sostenible del viento en regiones como Ica, Lambayeque y Piura; así como la concentración de radiación solar en regiones altas del país como Cusco, Puno, Arequipa y Moquegua, ejemplifican nuestro potencial para el desarrollo de granjas solares y parques eólicos.

En ese sentido, impulsar el desarrollo de proyectos de energía renovable es, sin duda, una forma efectiva de hacer más sostenible la matriz energética peruana, y, en esa línea, la meta ideal para 2030 es que el 15 % de la energía en Perú sea eólica y/o solar. Sin embargo, existen otros aspectos como la inversión y el marco regulatorio que se deben tomar en cuenta para cumplir este objetivo. Se calcula que la inversión necesaria para que el Perú cumpla con esta meta supera los US$ 1.400 millones.

«Solo el 5 % de la matriz energética peruana proviene de fuentes renovables no convencionales».

No obstante, existen proyectos de energía renovable no convencional activos en nuestro país, que esperemos puedan multiplicarse en los próximos años. Es el caso de Punta Lomitas, el parque eólico más grande del Perú, ubicado entre los distritos de Ocucaje y Santiago en la región Ica, que se espera empiece a funcionar el primer trimestre de 2023 con una capacidad de 260 MW; o la central solar Clemesí, ubicada en la región Moquegua con una potencia proyectada de 116,45 MW.

Estos proyectos alientan y ejemplifican el gran potencial que tiene el país para generar energía a partir de fuentes solares y eólicas, y refuerzan el compromiso global por la neutralidad de carbono. En ese marco, hacer más sostenible la matriz energética peruana significa también hacerla menos dependiente de combustibles fósiles como el gas natural, el petróleo y el carbón que, además de ser finitos, son perjudiciales para el medio ambiente.







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