Por Stakeholders

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Por: Hans Rothgiesser
Director Adjunto de la Revista Stakeholders

El 2016 se nos ha ido y para muchos no se fue lo suficientemente pronto. Ha sido un año de muchas experiencias intensas y de accidentes y de imprevistos. En ese contexto es que muchos de nosotros hemos tenido la oportunidad de recordar de una manera muy directa lo mucho que dependemos de los bomberos. Ellos son lo que en Estados Unidos se conoce como “first responders”: En muchos casos, cuando hay una emergencia o una vida está en juego, son ellos los que llegan primero a hacer frente a una crisis. Nos gustaría pensar, entonces, que se trata de una institución óptimamente preparada para hacer frente a estos desafíos. ¿Lo está?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que ser bombero en el Perú es una verdadera proeza. Empecemos por el hecho de que no es un trabajo remunerado, como en otros países. Aquí se trata de una actividad voluntaria no asalariada. Por encima de eso pongamos el detalle de que la institución funciona con serios problemas de acceso a los recursos que necesitan para poder ejecutar un trabajo adecuado. A pesar de esto, cada año muchos jóvenes peruanos se inscriben para iniciarse en esta vida.

Empecemos entendiendo cómo es que alguien termina siendo bombero. Por si no tienes ningún pariente que ya se metió a esta institución, aquí está el procedimiento. El primer paso es buscar la compañía más cercana y presentarse ahí con su currículum y una copia de su DNI. Y es que los bomberos están organizados en compañías: En Lima, por ejemplo, hay 18 compañías. Es decir, menos de una por distrito, así que mejor ingresa a la página web de los bomberos para averiguar cuál es la que tienes más cerca.

Cualquiera puede ingresar al Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú. Durante la evaluación que se hace al inicio se define, entre otras cosas, cuál es el estado físico del postulante. Dependiendo de esto y de otros resultados, se le puede asignar una labor administrativa u operativa.

Pero retrocedamos un poco. Cuando un nuevo interesado se acerca para pertenecer al Cuerpo de Bomberos, pasa por un entrenamiento y una capacitación. Después de unos seis meses en el cuartel pasa a la comandancia departamental, en donde suelen tener una escuela. Ahí le van a enseñar lo básico y lo van a evaluar. Luego de eso se espera que con la práctica cada uno vaya aprendiendo mucho más.

Con esto y con tiempo uno ya puede comenzar a apoyar con los rescates y ayudar a salvar vidas.

De hecho, para ir ascendiendo dentro de la estructura del Cuerpo de Bomberos, uno debe cumplir con normas de asistencia y de tiempo que debe pasar en su cuartel. Se supone que unas 30 horas mensuales es lo mínimo con lo que debes alcanzar para mostrar que realmente estás interesado en llevar una vida de bomber cada vez más comprometida. Menos de eso sería interpretado como que no estás realmente involucrado. A esto hay que sumarle una verdadera y sincera vocación de servicio a la comunidad, que es de lo que se supone que se trata todo, al final de cuentas.

Si deseas endulzar la píldora, considera que hay especializaciones y seguramente alguna te terminará llamando la atención. Desde búsqueda y rescate hasta salvataje o cuerdas. A pesar de esto el bombero peruano tiene que estar preparado para todo.

Y si eres un padre de familia que está preocupado porque tu hijo se está metiendo a los bomberos, considera lo siguiente. Todo el estilo de vida de los bomberos es perfecto para alejar a los jóvenes de otros vicios. Es más, si las municipalidades fuesen más astutas apoyarían más activamente los procesos de reclutamiento, de tal manera que en sus distritos los jóvenes que están en edad de mayor probabilidad de comenzar a consumir sustancias peligrosas, se metan en su lugar a una organización creada y orientada al servicio a la sociedad.

Un detalle importante adicional es que las normas del Cuerpo de Bomberos impiden que una persona sea solamente bombero y nada más. Se requiere además tener un trabajo o estudiar. Si aún así no estás convencido de unirte, quizás quieras considerar apoyarlos externamente. Tú o la empresa en la que trabajas o tu grupo de amigos. Por ejemplo, algo que los bomberos siempre necesitan son uniformes. Cada uno de los que usan para entrar a un incendio puede costar entre mil y cuatro mil dólares. El Cuerpo de Bomberos aquí nunca tienen suficientes. En el extranjero la vida útil de uno de estos trajes es de seis meses. Aquí les dan uso por mucho más que eso.

Si esto es demasiado para ti, quizás puedas apenas considerar moverte a la derecha cada vez que prenden su sirena y nadie hace nada en las calles de Lima. Por cierto, ¿has visto esas unidades móviles del Cuerpo de Bomberos que necesitan pasar y no pueden porque los demás autos no les dejan espacio? Las más modernas que tienen pueden costar hasta medio millón de dólares cada una, con su motor fuerte, sus siete computadoras internas y su tanque de agua incorporado.

Quizás te llame la atención que estos inmensos camiones sean manejados por una sola persona. Esto no solo es posible por la magia de la tecnología moderna, sino además por el detalle de que esos camiones que viste en películas de acción norteamericanas y que requieren de un segundo bombero manejando un segundo timón en la parte posterior del vehículo se han dejado de usar hace mucho, mucho tiempo.







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