Por Stakeholders

Lectura de:

BALTAZAR CARAVEDO MOLINARI
Miembro del Directorio de CTC Consultores

Introducción

La realidad es un fenómeno de alta complejidad por la infinita cantidad y variedad de elementos que la componen. No podemos captarla integralmente sólo a través de nuestros sentidos ni tampoco con los instrumentos de los que actualmente disponemos. Por ejemplo, el tamaño físicamente observable del universo es de unos 93,000millones de años luz. Sólo conocemos el 5% de las partículas de las que está hecho el universo, y, el 95%restante nos son totalmente desconocidas. En otras palabras, sólo podemos ver algunos aspectos de lo que llamamos realidad, pero no la totalidad de la misma. Por otro lado, la realidad se transforma continuamente. La dinámica de la vida es contradictoria. Lo que llamamos vida es vida y muerte simultáneamente.

Voy a proponerles brevemente una forma de percibir un aspecto de la realidad que no suele ser visible, cuando menos con relación a las organizaciones y su responsabilidad con sus entornos. Emplearé una mirada de sistemas complejos y me voy a limitar de manera general a los vínculos que desarrollamos los humanos. Y es que, a diferencia de los demás seres vivos que hasta hoy conocemos, la humanidad ha construido una cultura artificial que, en algún sentido, intenta doblegar a la naturaleza.

Sistemas vivos y vínculos

La realidad humana podría graficarse como una especie de nube por la enorme cantidad y variedad de componentes. Los seres vivos están formados por átomos, células, tejidos, órganos vinculados de tal manera que configuran un organismo. Tales organismos requieren de energía, de un lado para incorporarla, y, de otro, para expulsarla como energía degradada, PARA UNA NUEVA MIRADA A LA RESPONSABILIDAD SOCIAL asegurando un proceso homeostático. En ese proceso se construye la identidad, se despliegan vínculos con otros componentes y con el entorno, se autoproduce, se plasma y se niega simultáneamente el organismo; se necesita energía para mantener sus estructuras biofísicas.

Pero, como organismos sociales se nutren de mensajes y comportamientos, de ideas y proyectos de otros componentes, los que hacen suyos y también los enajenan. Del balance de una energía de cohesión y de una que energía de repulsión (entrópica) se produce la continuidad o el colapso de los seres vivos individuales y de las organizaciones sociales humanas

Identidad, Transformación, Energía

En ese proceso perturbador y contradictorio los seres vivos adquieren una identidad , se transforman; en otras palabras, se adaptan. A mayor complejidad, mayor densidad de energía tendrá el sistema u organización.

Los individuos conectados a un sistema social producen energía, absorben energía vincular, alteran el sistema del que emergen y transforman su propia identidad. Por ejemplo, el crecimiento de la población, su aglomeración o distribución territorial en términos de rural o urbana, la mayor o menor conectividad entre los habitantes, la variación del contenido cultural que los distingue, los conflictos y la violencia, entre otras, son las manifestaciones de la energía humana. Del balance de la energía de cohesión y las energías entrópica dependerá la sostenibilidad.

Mente, Consciencia, Inconsciente, Afectos

Una parte de nuestro proceso mental es consciente y otra inconsciente. Pero la mente toda se configura en relación con otros individuos, con el entorno social y con el entorno ambiental. La mente no sólo es razón; es también emoción. La energía vincular es constructiva y destructiva. No es visible; no es consciente. Las organizaciones construyen sociedad con la energía que despliegan. Esa energía social vincular se puede medir, pero hay que explicitarla.

Responsabilidad Social: Energía vincular, Consciencia, Transformación.

Podemos decir que la Responsabilidad Social es la construcción de vínculos en los que predomina la energía de cohesión y la ampliación de la consciencia en una lógica de valor-sistema. Adoptando esta mirada, la Responsabilidad Social tiene como propósito asegurar la sostenibilidad del sistema humano, haciendo de las prácticas de las organizaciones un comportamiento educativo para todos los habitantes de la Tierra.







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