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Por Mariano Gutiérrez T. – Director Científico del Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola – IHMA

Un estudio científico publicado en marzo por prestigiosos investigadores internacionales, concluye que la pesca industrial de anchoveta en el Perú es administrada de modo sostenible y que es un ejemplo de manejo precautorio y adaptativo. Sin embargo, cada vez que se avecina una temporada de pesca, algunas ONGs, en su afán por hacerse notar oponiéndose a una actividad económica importante, no escatiman esfuerzos por desacreditarla, utilizando principalmente razones ideológicas.

Frente a ello, instituciones tan prestigiosas como la FAO, OCDE, Banco Mundial, Universidad de Yale, la Universidad de British Columbia y reputados científicos internacionales se basan en hechos, cifras y argumentos técnicos para calificar el manejo de la pesquería industrial de la anchoveta en el Perú como sostenible y un ejemplo a seguir.

Estas son algunas de las principales medidas que justifican tan elogiosas conclusiones:

  1. La principal medida de gestión de la pesquería es la protección del desove, que se extiende a no menos de 6 meses por año.
  2. Las dos temporadas de pesca que se extienden por un promedio de 3 meses cada una, no se inician sino hasta que los índices de desove han disminuido.
  3. Las temporadas de pesca se dan solo si se cuenta con un mínimo de 5 millones de toneladas de adultos.
  4. La máxima tasa de explotación es de 35% de la biomasa de adultos, no se considera a los juveniles, de modo que el remanente de 65% de adultos cubre largamente las demandas del ecosistema.
  5. La captura máxima total anual, sumadas las dos temporadas, no debe exceder de 6 MT para así mejorar la predictibilidad de la actividad.
  6. Dado que la selección de los peces adultos usando redes de pesca es imposible, se ha establecido una captura máxima de 10% de juveniles en número (peces de por lo menos 12 cm de talla), siendo que IMARPE establece para cada temporada cuál es la equivalencia en toneladas, para facilitar el control de las descargas.
  7. Existe un sistema dinámico de cierre de zonas en donde se detecte la presencia de más de 10% de juveniles. Cada barco está obligado a reportar sus capturas y el resultado de un muestreo biométrico, para lo cual existe un protocolo oficial y una bitácora electrónica que le permite al PRODUCE el control total de las operaciones de pesca.
  8. Existe una tolerancia máxima de 5% en volumen de la captura de especies no objetivo.

Los resultados de estas medidas se traducen en hechos y cifras irrefutables:

  1. La biomasa observada de anchoveta fluctúa en alrededor de 10 MT desde hace más de 20 años.
  2. Las capturas promedio entre los años 2001 y 2010 fue de 7 MT, y es de 4.3 MT desde 2011.
  3. La calidad y los precios de ingredientes marinos como la harina y aceite tienen una tendencia positiva desde la dación del DL 1084 del año 2008, que ordenó el sector y acabó con el negativo sistema anterior de “carrera olímpica” que ponía en peligro el ecosistema y la actividad misma.
  4. La FAO considera a esta pesquería como la más importante del mundo en términos de volúmenes de pesca.

Es muy mezquino no reconocer que la gestión de la pesquería en el país se halla en un proceso de mejora constante para para seguir siendo -a decir de la FAO- un ejemplo para muchos países alrededor del mundo.







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