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Voluntariado corporativo: un puente entre empresas y comunidades

En Perú, el voluntariado se ha convertido en una herramienta esencial para enfrentar los retos sociales y ambientales del país. Según las Naciones Unidas, el 36.76% de los voluntarios se dedican a iniciativas de ayuda social, mientras que un 15.1% participa en proyectos ambientales. Esta tendencia refleja un compromiso colectivo por generar un cambio positivo y sostenible.

El voluntariado corporativo, en particular, se destaca como un mecanismo para movilizar recursos y talento humano hacia objetivos de impacto social. Para las empresas, este tipo de programas no solo fortalece la cultura organizacional y mejora el clima laboral, sino que también posiciona a la marca como una entidad responsable y comprometida. Además, crea puentes de confianza y colaboración entre las empresas y las comunidades, generando beneficios tangibles para ambas partes.

Un pilar para el desarrollo social y ambiental

De acuerdo al Primer Informe del Estado de Voluntariado Corporativo en Perú (2017), estas iniciativas permiten a las empresas apoyar áreas como la educación, la salud, los derechos humanos y la protección ambiental. Uno de los principales beneficios del voluntariado corporativo es la creación de una relación más estrecha entre las empresas y las comunidades. Karina Sánchez Azabache, directora ejecutiva de Techo Perú, señala que el 75 % de los proyectos de la organización se desarrollan con la participación de voluntarios corporativos, quienes no solo aportan recursos financieros, sino también talento humano y visibilidad a los proyectos comunitarios.

“Las empresas aportan recursos, talento humano y visibilidad a los proyectos comunitarios. A través de sus programas de voluntariado, promueven una conexión directa entre sus colaboradores y las realidades que enfrentan las comunidades en situación de vulnerabilidad”, explica.

TECHO Perú también ha implementado los llamados “encuentros improbables”, donde personas de contextos diferentes colaboran para construir viviendas dignas. Este modelo no solo financia iniciativas como la construcción de viviendas, sino que también fomenta una conexión directa entre los colaboradores y las comunidades, promoviendo la empatía y el compromiso social. “Hemos visto casos en los que los colaboradores siguen en contacto con las familias meses después, fortaleciendo los lazos creados durante las actividades”, menciona Sánchez.

Por su parte, Leyla Perea Guerrero, jefa del Programa de Acción Social y Voluntariado de Telefónica Perú, resalta el impacto significativo de los programas de voluntariado corporativo.

“El voluntariado corporativo de Telefónica ha movilizado a más de 3,000 voluntarios anuales en Perú, beneficiando a más de 22,000 personas. Este tipo de iniciativas contribuye al desarrollo social y ambiental, pero también fortalece la experiencia de los empleados y la reputación de la marca”, indica.

Telefónica ha logrado que sus empleados no solo aporten su tiempo y esfuerzo, sino que desarrollen competencias clave como el liderazgo y el trabajo en equipo, lo que contribuye al fortalecimiento de la identidad corporativa y mejora la relación con la comunidad.

El voluntariado corporativo y la retención de talento

El voluntariado corporativo tiene un impacto directo en la retención de talento dentro de las empresas. Leyla Perea destaca que los jóvenes profesionales valoran trabajar en organizaciones que promuevan el voluntariado corporativo.

“Buscan empresas que ofrezcan programas de voluntariado porque les permite compartir sus valores, experimentar un sentido de orgullo pertenencia, y adquirir nuevas habilidades que mejoran su desempeño profesional”, señaló.

Un informe de la Corporation for National and Community Service revela que las empresas que ofrecen oportunidades de voluntariado reportan un aumento del 24 % en el compromiso de los empleados y una reducción del 20 % en la rotación de personal.

El voluntariado corporativo no solo beneficia a las comunidades, sino que también fortalece el capital humano de las empresas. Los empleados que participan en proyectos de voluntariado desarrollan habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, y resolución de problemas, lo que a su vez mejora el desempeño de la empresa y contribuye al bienestar social.

“El voluntariado corporativo fortalece el talento y compromiso de sus voluntarios, promueve el liderazgo, la innovación social y el emprendimiento”, asegura Perea Guerrero.

Hacia una medición de impacto sostenible

Aunque los programas de voluntariado corporativo en Perú han tenido un impacto significativo, la medición de ese impacto sigue siendo un desafío. Según Leyla Perea de Telefónica Perú, los programas de voluntariado aún no realizan una medición efectiva del impacto en las comunidades.

Aunque se emplean indicadores como el número de voluntarios movilizados y las horas de labor, no se han implementado metodologías sostenibles que midan el impacto real en la calidad de vida de las comunidades.

“Para que exista un cambio significativo, se debe ser sostenible con las acciones y aplicar herramientas de medición. A pesar de la falta de herramientas robustas de medición, algunos proyectos de largo plazo sí nos permiten realizar un seguimiento del aprendizaje de la comunidad y su impacto en áreas como la educación, la salud y las habilidades digitales”, explica Perea Guerrero.

El reto de medir el impacto real de los programas de voluntariado es crucial para garantizar que las actividades no solo sean eficientes, sino también sostenibles a largo plazo. La implementación de mecanismos de evaluación más rigurosos será esencial para seguir ampliando el alcance y los beneficios del voluntariado corporativo en el país.

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