Por Stakeholders
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Cerca del 85 % de los envases de plástico a nivel mundial acaban en los basureros. En Estados Unidos, solo se recicló alrededor de 5 % de más de 50 millones de toneladas de desechos plásticos producidos en hogares en 2021, según Greenpeace.
Se prevé que al 2060 la producción de plástico se triplicará a escala mundial. Cabe resaltar que los plásticos provenientes de petróleo o gas son una fuente creciente de contaminación. La mayor parte de estos culminan en los océanos y perjudican gravemente a la vida marina.
Por su parte, Lisa Ramsden, activista senior de plásticos de Greenpeace Estados Unidos, explicó que es difícil reprocesar y clasificar todo el plástico, ya que los contenedores de reciclaje mixtos tienen una gran cantidad de contaminantes que hacen que el plástico no sea reciclable.
En esa línea, agregó que el reciclaje no es el problema, sino los plásticos, debido a que el plástico virgen nuevo suele ser más barato que el material reciclado y el reciclaje de plástico no es económico.
Cabe resaltar que la mayoría de los envases de plástico se fabrican a partir de siete grados de plástico, donde la mayoría son incompatibles entre sí y costosos de clasificar para su reciclaje.
Por otro lado, empresas productoras de plástico, como Nestlé y Danone, han incumplido su promesa promover el reciclaje e incluir más plástico reciclado en sus contenedores.
La noticia alentadora es que se están negociando nuevas regulaciones universales para los plásticos a fin de optimizar la producción, el uso y la reutilización, recurriendo a un modelo de economía circular.
El embalaje «flexible» aumenta, pero no es reciclable
Los paquetes ligeros, conocidos como envases flexibles, que mantienen frescos los alimentos como bocadillos, papas fritas y barras de chocolate, representan alrededor de 40 % de los envases de plástico del mundo, según Defruyt.
Solo en Reino Unido, se envuelve con este material, al menos 215 mil millones de productos, sin embargo, solo cinco países europeos intentan reciclar estos paquetes.
Los envases flexibles suelen estar «súper contaminados» con desechos de alimentos, esto hace que sea imposible reciclarlos, indicó Defruyt.
La industria de los envases asegura que los envases flexibles contribuyen con el medioambiente, al ser más ligeros que los plásticos y provocan menos emisiones durante el transporte.
