Por Stakeholders
Lectura de:
El impacto del cambio climático, la sobrepesca, la contaminación y los depredadores son factores que han provocado la reducción de las poblaciones de pingüinos. En la actualidad, diez de sus dieciocho especies están en la Lista Roja de Especies de la UICN, siendo los más afectados; el pingüino de las Galápagos, el africano y el de los ojos amarillos.
Esta situación ha empeorado debido a “una mayor competencia por el alimento o los traslados largos para conseguirlo » a causa de las olas de calor por el cambio climático.
Al menos 14 de las 18 especies, que habitan en climas templados, se perjudican no solo por la temperatura que puede ser mortal, sino por la falta de disponibilidad de alimentos.
Por otro lado, las olas de calor conducen a incendios que afectan sus propios hábitats, que estos animales «no identifican como amenaza» y del que no huyen.
Estas aves marinas viven en zonas del hemisferio sur como Argentina, Chile, Sudáfrica, Namibia, Australia, Nueva Zelanda y la Antártida y contribuyen «información sobre el estado de salud de ese ecosistema» asegurando así, «nuestra salud futura» y la de otras especies, afirman los expertos.
Protección del pingüino
Hay entidades como Global Penguin Society, el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), entre otras, que llevan a cabo labores, investigaciones y proyectos de conservación y concienciación sobre estas especies.
Los expertos coinciden en la importancia de reducir el consumo de combustibles fósiles, la contaminación por sustancias químicas y plástico y fomentar las áreas marinas protegidas (AMP) para la recuperación de estas aves.
En esa línea WWF, ha requerido el cumplimiento de los compromisos nacionales e internacionales para que en el 2030 las áreas marinas protegidas cubran al menos el 30 % de los océanos«.
