Por Karen Puertas, líder de Karen Puertas Consultores, experta en ecosistema MYPE
Me siento muy agradecida por tener la oportunidad de devolverle a mi país a través de mi capacidad profesional todo lo que me ha dado siendo mi terruño y dándome mi identidad.
Desde hace buenos años agregarle valor a los emprendedores y a todo el ecosistema MYPE ha sido mi trabajo, pero también mi misión ética y ciudadana, porque he visto el impacto positivo que trae crear valor y aportar al aprendizaje práctico de un líder de negocio a toda la cadena de valor de su empresa y todo el beneficio que esto trae a su familia, las familias de los colaboradores, su comunidad y a la economía del país que se sostiene gracias a este ecosistema micro y pequeño empresario.
Desde hace buenos años también, he podido criar a dos peruanitos, mis hijos, con amor a su identidad llena de diversidad cultural y valores éticos que les permitan ser honestos con su patria en cada acción y dirección que tomen, responsables con sus deberes y defensores de sus derechos, así como asimiladores de las enormes diversidades étnicas y culturales de nuestro país, respetando a todos los peruanos sin distinción. No hay nación grande ni firme sin las generaciones presentes y futuras en la que ponemos la esperanza, pero también el trabajo de crianza para formar a los futuros ciudadanos que necesita el Perú.
Creo que honrar a nuestra patria pasa por ser ejemplo de buen ciudadano frente a aquellos malos, ser referencia de honestidad frente a los corruptos, ser testimonio de solidaridad frente a los egoístas con sus recursos y los recursos nacionales que sirven para cerrar brechas y garantizar calidad de vida para todos, sin excepción. Decir con nuestras acciones que los peruanos buenos existen y trabajan intensamente para que los malos ejemplos no sean los únicos a seguir, debe ser nuestra tarea permanente.
Hay que ser tercos para lo bueno, sin dejarnos amilanar por el pesimismo, la mediocridad y la desesperanza. Lo peor que nos puede pasar es creer que las cosas nunca pueden cambiar y el país no puede salir adelante, que nadie es limpio y que todos son corruptos. Las generalizaciones negativas, no ayudan, el optimismo férreo y el trabajo duro por el país, desde donde nos toque, sí.
Renovemos compromisos patrios, en estas fiestas y que sean los de todos los días: trabajar bien, criar bien, dar lo mejor de uno, pensar en el impacto positivo de nuestro trabajo para los menos favorecidos y encontrar apuestas inspiradoras que nos permitan motivarnos por la visión de una patria grande, unida, respetuosa de los derechos y deberes, para trabajar cada día, motivados por esa visión.
¡Honremos a nuestra patria, en estas fiestas!
¡Que viva siempre y para siempre, nuestro querido Perú!