Por Stakeholders
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Se calcula que para el 2050 habrá 9,000 millones de personas en el mundo. ¿Podrá nuestro planeta proveer los recursos necesarios para este incremento de la población? Según estudios divulgados por la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) actualmente el consumo humano es ya superior a la capacidad de la naturaleza para renovarlos.
El agua, la energía y los recursos alimentarios son indispensables para que haya vida en la Tierra. Y para asegurarse que la vida no desaparezca, es importante usar eficientemente estos recursos que no son infinitos.
Utilizar de forma más eficiente los limitados recursos alimentarios puede contribuir a evitar la escasez de alimentos, disminuir el impacto ambiental y reducir el costo de los productos alimenticios. Es por ello que el Grupo Ajinomoto continúa desarrollando tecnologías innovadoras para aprovechar al máximo las materias primas que nos brinda la naturaleza, reduciendo las mermas y los impactos ambientales.
Un ejemplo claro es el proceso de producción del sazonador umami AJI-NO-MOTO® en el que se utiliza como materia prima la melaza de caña. El remanente de este proceso se utiliza a su vez en la elaboración de fertilizantes de origen orgánico. “De esta manera, retornamos nutrientes a los campos de cultivo, lugar de donde proviene nuestra materia prima. A este sistema de producción orientado al reciclo de recursos lo hemos denominado “BIOCICLO DE LA NATURALEZA”: retornamos a la naturaleza –y con creces- lo que de ella obtenemos” comenta Oscar Oyafuso del Comité de Medio Ambiente de Ajinomoto del Perú S.A. “La responsabilidad social no sólo es beneficiosa para la comunidad, sino también para la sostenibilidad de la compañía” añadió el especialista.
Con ello, la compañía quiere contribuir a la conservación de un medio ambiente amigable y sostenible, donde las generaciones futuras puedan disfrutar de un entorno natural abundante y con una mejor calidad de vida.
