Por Stakeholders
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Daños ambientales. Más de 62 mil 100 toneladas de basura plástica ingresaron a Perú entre 2012 y 2022. Solo la empresa Industrias Fibraforte S.A., que tiene una planta de reciclaje en el país importó más de 27 mil toneladas de basura provenientes de Estados Unidos, Alemania, Chile, Costa Rica, Uruguay y Ecuador, de acuerdo a una investigación de la Red Investigativa Transfronteriza de Ojo Público y PopLab.
Además, fue multada en 2021 con más de S/70.000 por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) al no contar con los sistemas de tratamiento que afirmaba en el Instrumento de Gestión Ambiental (IGA) de su planta industrial.
En un video institucional, la compañía resalta que la materia prima para los techos que distribuye proviene de “polipropileno reciclado” a fin de contribuir con el desarrollo sostenible. Sin embargo, no menciona el origen de este plástico luego transformado en uno de los productos de venta al público.
La basura proviene de los países desarrollados
Estados Unidos produce montañas de plástico y otros residuos, es por ello que optan por exportarlos para no pagar el alto costo de depositarlos en los vertederos del país.
Esta acción puede implicar delitos, delitos de encubrimiento del oficio, de evitar aduanas y tergiversar los desechos que están enviando. Además, hay una inmensa cantidad de desechos plásticos que cruzan la frontera con México, así como falta de inspecciones.
Los daños al medio ambiente y el incurrimiento en presuntas prácticas criminales ocurren bajo la mirada omisa de los gobiernos en países en desarrollo.
Interpol y la alerta de los riesgos criminales
Por su parte, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) advirtió que el intercambio comercial de basura plástica ha generado más delincuencia, tanto en términos de comercio ilegal como de tratamiento ilegal de desechos”.
La organización detectó la utilización de documentos falsos, o que los envíos de desechos plásticos se declaran falsamente como destinados a la recuperación o como materia prima, mientras que en otros casos se reportan como “no peligrosos”, a pesar de que están contaminados o mezclados con diversos desechos.
También se realizan declaraciones falsas de residuos evadiendo responsabilidades fiscales. Para evitar que estos productos sean revisados, se declara de manera errónea el destino final de los envíos, eligiendo un país de tránsito en una zona de libre comercio.
La Interpol ha advertido de que los recicladores ilegales tienen licencias fraudulentas, y en algunos casos se involucra trabajo ilegal, lavado de dinero, corrupción gubernamental, y otros delitos “sobre todo en países con economías en desarrollo, importando desechos plásticos de otros países que tienen un mejor sistema de clasificación.
