Por Stakeholders

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Este es un tema bastante complejo que sufren en algún momento todas las mujeres que trabajan de manera dependiente en una empresa y que dejan a sus hijos en casa. La edad promedio en que pueden salir las ejecutivas embarazadas es desde los 25 hasta los 40 años, durante el pleno desarrollo de su profesión y en la mayoría de los casos por decisión propia.

Durante ese período, la madre experimenta cambios físicos externos e internos que generan cansancio y dejan los horarios habituales de trabajo y de esparcimiento. Muchas veces se cree que todo ello culmina con el nacimiento del niño, pero no es así porque recién comienza.

Primero, la madre se ausenta por cuatro meses de la empresa por la licencia del pre y post parto en donde se dedicará exclusivamente a su hijo. El horario de descanso nocturno también se altera, pero luego de algunas semanas la ejecutiva empieza a extrañar sus actividades cotidianas que de seguro eran muy intensas por lo que busca otras alternativas para estar ocupada.

Al término de ese período, la madre ejecutiva debe de dejar al bebe para incorporarse al trabajo, en otros países el tiempo que la madre pasa con el recién nacido es de hasta seis meses. Si bien hay una hora para dedicarla a la lactancia de acuerdo a las leyes del Estado, ésta se puede implementar con una hora de salida antes o en una hora más tarde para salir si es que su hogar está lejos de su centro laboral, aunque algunas optan por darle al bebe las llamadas leche de fórmula (alternativas a la leche materna) y otras usan succionadores para guardar la leche materna hasta llegar a su domicilio.

Pero, qué pasa cuando se enferma el bebe justo cuando se están cumpliendo los objetivos o algún proyecto va a salir; la madre en el trabajo no puede desempeñarse de la mejor manera pensando en la salud de su hijo. Ahí empiezan algunos dilemas y se dice que las grandes ejecutivas tienen problemas en su vida familiar.

Pero esto se puede solucionar creando horarios y planeando estas actividades para que no se estresen, pero como hacerlo: durante fin de semana no se debe trabajar y no llevar trabajo a la casa.

Durante los días laborales, sólo debe quedarse después de su horario de trabajo por urgencias o emergencias de su propia función (es decir cosas que no suceden a diario y que son esporádicas, una o dos veces al mes, exagerando una vez por semana). Un día a la semana por lo menos debe dedicárselo a ella y a su esposo (solos) para consolidar y mantener su matrimonio, porque los hijos no significan que sólo se van a dedicar a ellos, porque un mejor matrimonio contribuye a una mejor relación con los hijos.

Las ejecutivas planean todo lo relacionado a su vida laboral pero también deben de hacerlo en su vida familiar para encontrar el equilibrio entre su vida personal, su familia y en su vida profesional. Hay que agregar que los hombres también tienen sus dilemas y tienen igual responsabilidad ya que deben compartir las tareas en la crianza de los hijos.

Fuentes:
Contenido: Perfil
Imagen/Foto: www.elpais.com







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