Por Stakeholders
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Son ecosistemas que regulan, almacenan y filtran el agua en las zonas altas de nuestro país, además de ser importantes sumideros de carbono.
El Instituto Nacional de Investigaciones de Glaciares y Ecosistemas de Montaña (Inaigem), entidad adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam), viene elaborando el primer Inventario Nacional de Bofedales, con un enfoque de diversidad ambiental del país a fin de establecer una propuesta de indicadores para su conservación, contribuyendo así a los objetivos de la adaptación al cambio climático en el país. Con ello se busca fomentar y expandir la investigación científica y tecnológica en los territorios de montaña, promoviendo su gestión sostenible en beneficio de las poblaciones que viven o se benefician de los mismos, además de contribuir a la implementación de Nuestro Desafío Climático (NDC). La metodología aplicada permitirá determinar la cantidad, estado y superficie de tales ecosistemas. Se tiene previsto culminarlo en el año 2022. Al respecto, Cristina Rodríguez, directora de Adaptación al Cambio Climático del Minam, destacó que la metodología validada para este estudio incluye un arduo trabajo en campo para probar su efectividad y mejorar la propuesta. “Para lograrlo, se seleccionaron áreas representativas del Perú y se establecieron lineamientos para una correcta validación en el territorio, contando con el aporte y participación de los actores locales durante el recojo de la información”, dijo. Por su parte, Beatriz Fuentealba, directora de Investigación y Ecosistemas de Montaña del Inaigem, sostuvo que los resultados obtenidos en campo revelan que los bofedales del norte del país son más escasos, se encuentran a menores altitudes y almacenan iguales cantidades de carbono que otros; los de la zona centro, son más heterogéneos en sus condiciones de vegetación, el potencial de hidrógeno (una medida de la acidez o de alcalinidad) y contenido de materia orgánica; mientras que los del sur son más homogéneos y con menos diferencias en las especies dominantes. Las fases de elaboración y validación de la metodología contaron con el apoyo del proyecto de cooperación entre Perú e Italia para la adaptación y mitigación al cambio climático, que es implementado por el Minam con fondos del Ministerio Italiano de Medio Ambiente, Tierra y Mar y la asistencia técnica del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
