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El sector de cuidado de la piel ha evolucionado dejando atrás prácticas que dañan el medio ambiente. Sus consumidores no solo piden calidad sino también que sus productos y envases sean más ecológicos. De esta manera se busca apoyar al planeta.
POR DENISSE TORRICO
La industria cosmética ha evolucionado a lo largo de los años innovando en productos enfocados en resaltar la belleza. Su producción ha roto esquemas, sobre todo por su relación con el cuidado del medio ambiente.
Y es que el deseo de los consumidores, en su mayoría mujeres, muestra un cambio cada vez más notorio. Actualmente abundan las personas concienciadas con el cuidado de la salud planetaria, además del cuidado personal. Para ellos es importante que la marca que elijan no haga testeo en animales, reciclen el plástico, ahorren agua y otros factores medioambientales.
Producto de ello, nace la cosmética ecológica. Pero, ¿qué es? Es aquella que utiliza ingredientes naturales sometidos a sencillos procesos de transformación química, sin aditivos o en cantidades muy pequeñas, y en ningún caso perjudiciales ni para el medio ambiente ni para la salud humana.
Aunque parezca que la cosmética ecológica es solo una tendencia actual, en realidad cuenta con antecedentes muy antiguos. Algunos hallazgos arqueológicos revelan que hace 6,000 años los primeros egipcios utilizaban hierbas aromáticas, resinas, bálsamos, negro de ojos o polvos para embellecerse.
Ahora, el mercado ofrece una variedad de productos para el cuidado del cabello, de la piel o cosméticos. Otros segmentos incluyen aceites, aerosoles corporales y perfumes.
La necesidad de una producción responsable
L’oreal, Yanbal y Belcorp son grandes empresas que a lo largo de los años han demostrado un gran compromiso con el medio ambiente. Este trabajo viene desde la producción de sus principales artículos.
En el caso de Yanbal, sus procesos tienen en cuenta el consumo responsable de los recursos, con lo que no sólo logran tener productos de alta calidad, sino también la conservación de los ecosistemas.
“Los ingredientes de origen natural que llevan nuestros productos son obtenidos de manera responsable y no contienen en su formulación ningún ingrediente cuestionado”, comentaron desde la empresa para Stakeholders. Ellos cuentan con algunos productos veganos como su línea de colonias Aires y la Crema Antiedad Sentiva Elixir de Vida. Este año, además, lanzaron su primer producto con fórmula biodegradable, el exfoliante Sacha Inchi. Este usa semillas exfoliantes andinas de la palma ecuatoriana y semillas de la nuez de Brasil.
“Buscamos que nuestras fórmulas puedan ser usadas por todos, estamos enfocados en brindar nuevas fórmulas para pieles sensibles y tener una amplia gama de tonos de maquillaje”, indicó Yanbal, quien desde el 2018 es miembro de la Unión para el Biocomercio Ético (UEBT), una organización global que promueve el uso ético y responsable de ingredientes naturales, respetando a las personas y a la biodiversidad.
“La industria del maquillaje apuesta reducir el alto índice de contaminación mediante una estrategia de ecodiseños y la reutilización de los frascos”.
Envases ecológicos
Los consumidores ahora no solo se fijan en el producto, sino también en el envase donde lo guardan. De acuerdo con un estudio de Synthesio Topic Modeling, los temas más importantes en conversaciones relacionadas con la sostenibilidad son el desperdicio de envases y los plásticos.
Al respecto, la industria del maquillaje apuesta reducir el alto índice de contaminación mediante una estrategia de ecodiseños y la reutilización de los frascos.
Un claro ejemplo de ello es la compañía L’Oréal, quien tiene como meta utilizar menos plástico. Una de sus marcas, Garnier, impulsa la limpieza de playas y océanos. Según señaló el director de Asuntos Corporativos, Nicolás Vanegas, su meta al 2030 es que el 100% de productos sean con plástico reciclado. Asimismo, en un futuro se pretende que los envases sean recargables, dándole un segundo uso a los envases.
En el caso de Yanbal, en el 2021 lanzaron productos con mejora en ecodiseño permitiendo reducir 56 toneladas de plástico al año. Además de 29 toneladas adicionales, reemplazadas por vidrio Elixir de Vida y Extracto Divino).
Testeo de animales, una práctica erradicada
La historia del conejo Ralph, aquel que mostró el sufrimiento de miles de animales que son usados en el mundo para testear algún producto de belleza, creó consciencia en muchos usuarios, a tal punto de considerarlo como factor fundamental para decidir la compra de un producto.
De acuerdo con Vanegas, el testeo en animales ya no se usa desde hace más de 40 años, incluso mucho antes de que algunos países empiecen a regularlo. Nuestro país, sin embargo, aún no tiene un reglamento que lo prohíba.
“Si bien Perú no tiene un reglamento, nosotros no testeamos con animales. Tenemos un testeo alternativo con piel sintética reconstruida y que tiene la misma eficacia”, comentó Vanegas, quien además agregó que otras compañías se han unido a esta causa, evitando así que más animales sufran.
Una de ellas es Belcorp, quien tampoco testea animales en ninguno de sus productos (Ésika, L’Bel o Cyzone). “Nuestros catálogos tienen certificación forestal PEFC™, establece que el material utilizado para su elaboración proviene de bosques gestionados responsablemente”, afirmaron desde la compañía.
Perú hacia los productos ecológicos
Con el pasar de los años, en nuestro país se ha ido formando emprendimientos que impulsan a la producción de cosmética natural.
Según el Estudio de Inteligencia de Mercado Anual 2021 y Proyecciones 2022 presentado por el Gremio Peruano de Cosmética, Higiene Personal y Aseo Doméstico (COPECOH) de la Cámara de Comercio de Lima, existe un incremento en la demanda de productos de origen natural.
Por ello, cada vez son más los emprendedores que buscan combatir el daño ambiental a través de sus negocios. En ese sentido, una de las marcas referentes en el ámbito local es Lou Botanicals & Co. (2017).
Aún se necesitan apoyo gubernamental y una regulación pública que apuesten por la cosmética ecológica o natural en nuestro país. “Nosotros creemos que trabajando junto a la mano de los gobiernos podemos logarlo. Hace falta una regulación y ponerlo en conversación”, puntualizó el director de Asuntos Corporativos de L’Oréal.
