Ambas contribuyen con la sostenibilidad, pero tienen una gran diferencia. Mientras unas contaminan menos, las otras se encuentran en nuestro entorno y se renuevan por la naturaleza. 

Por Stakeholders

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El cambio climático es uno de los más grandes desafíos que tiene el ser humano desde hace algunos años. Esto ha hecho que busque diversas alternativas para reducir los impactos de este fenómeno ambiental. En ese camino han aparecido términos como energías limpias y energías renovables. Pero ¿son siempre lo mismo?

La respuesta es no, a continuación te detallamos por qué. 

Las energías limpias son aquellas que no emiten ningún tipo de contaminante ni tienen un impacto negativo en el medioambiente, ya sea durante su producción o su consumo. 

Según el Departamento de Energía de EE. UU., este tipo de energía emite pocos gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles fósiles. 

Dentro de este tipo de energías hay subtipos: energías renovables y energías no renovables.

Las energías renovables son aquellas que se encuentran en abundancia en nuestro entorno y son renovadas por la propia naturaleza. Entre las más limpias están la energía eólica y la nuclear, que generan cuatro gramos de CO2 por cada kilovatio hora (KWh) de energía producido, y la solar, con seis gramos por KWh. 

Según la definición que da la ONU, el elemento clave de las energías renovables es que se repongan a un ritmo más alto del que son consumidas. Bajo ese concepto, la energía de biomasa y los biocombustibles son considerados renovables.

Durante muchos años, producir energía renovable fue más caro que quemar carbón y petróleo. Sin embargo,en la mayoría de los países el coste de la energía solar y la eólica ya es más bajo, según los datos de la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés).

Asimismo, las renovables se han convertido en una fuente de empleo importante. Uno de cada dos trabajadores del sector energético a nivel global trabaja con energías renovables, de acuerdo con el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Tipos de energía renovable

En este grupo tenemos solar, eólica, hidráulica, geotérmica y biomasa. 

  • Energía solar: Es la segunda más extendida a nivel mundial dentro de las renovables. Su ventaja – según la agencia internacional – es que la fabricación de la tecnología se puede hacer a gran escala, abaratando costos. No obstante, en ausencia de luz solar (por la noche o en días muy nublados) su productividad se desploma.
  • Energía eólica: Es la que se produce mediante el aprovechamiento del viento. Es la tercera fuente de energía renovable más extendida en el mundo. Más de una cuarta parte están en Europa. Los países con más instalaciones son Reino Unido, Suecia, Alemania, Turquía y los Países Bajos.
  • Energía hidráulica: Es la fuente de energía renovable más extendida del planeta. Es aquella que aprovecha el movimiento del agua para hacer girar unas turbinas que producen electricidad. China, Brasil y Canadá son los mayores productores hidroeléctricos del planeta, aunque los dos primeros han visto reducida su generación en los últimos años debido a la situación de sequía persistente. Es una fuente de energía estable y flexible, que permite generar electricidad en función de la demanda. 
  • Energía geotérmica: Emana del centro de nuestro planeta, se acumula en depósitos de agua que pueden ser más o menos superficiales y estar a diferentes temperaturas.En Islandia, el 65 % de la energía primaria se genera en centrales geotérmicas.
  • Biomasa: Se produce a partir de una variedad de materiales orgánicos, como madera, carbón vegetal o estiércol, para la producción de calor y energía y para la fabricación de biocombustibles líquidos capaces de reemplazar a los derivados del petróleo. 






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