La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó el webinar “Gobernanza del agua en América Latina, desafíos tras el COVID-19”, en el que se habló de los grandes desafíos que tiene la región en materia de manejo y conservación del agua.
El Día Mundial del Agua ha traído muchas reflexiones sobre la forma cómo se está gestionando el recurso en todo el mundo. Más allá de una celebración, la fecha ha servido para evidenciar en qué ámbitos se debe trabajar en los próximos años, un porvenir nada prometedor si es que no se actúa desde ahora. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó el webinar “Gobernanza del agua en América Latina, desafíos tras el COVID-19”. Dicho evento, que fue vía virtual, contó con la participación de representantes de distintos países de la región, además de autoridades de este organismo internacional.
Entre las ponencias destacó la de Julio Berdegué, subdirector general de la FAO, quien habló de los desafíos mundiales y de la región acerca del tema. Señaló que Latinoamérica y el Caribe concentran cerca de un tercio del total de agua dulce del mundo y el 9% de la población mundial. Sin embargo, a pesar de poseer recursos hídricos, muchas personas no acceden a su aprovechamiento.
“Somos una región rica en agua dulce con 28 mil metros cúbicos al año por habitante, que es cuatro veces más la dotación media de otras regiones del planeta. Pero como en tantas otras dimensiones, la desigualdad también se expresa en el acceso al agua. En pleno siglo XXI todavía hay 166 millones de latinoamericanos y caribeños sin acceso al servicio de agua gestionada de forma segura”, indicó.
Las cifras son claras. Añadió que solo el 65% de nuestra población tiene acceso a agua potable, y apenas el 22% a saneamiento. Parte de la solución está en gestionar eficientemente los recursos hídricos, tomando en cuenta variables que afectan al adecuado funcionamiento del sistema. A su turno, Rita Cestti, directora de la Práctica Global de Agua para Latinoamérica del Banco Mundial, explicó que en la región el problema se puede sintetizar desde tres perspectivas.
“Los países ya venían enfrentando una crisis de agua, la cual resumimos en tres frases: tenemos muy poca agua, tenemos mucha agua y podemos tener mucha o poca agua, pero está contaminada”, subrayó.
El rol de la agricultura
Según mencionaron los especialistas, la agricultura cumple un rol fundamental, ya que se calcula que consume cerca del 70% de agua en el mundo. Hay que considerar que en los próximos años la demanda del recurso va aumentar considerablemente, especialmente con el crecimiento demográfico. Julio Berdegué manifestó que será un reto satisfacer la seguridad alimentaria de 9,700 millones de personas con miras al 2050.
“Suena lejos, pero realmente está a la ‘vuelta de la esquina’. Vamos a necesitar que la producción agrícola aumente en un 50%, eso significa que la extracción del agua tendrá que ser de un 15% más. Al mismo tiempo, estimamos que en cuatro años 1,800 millones de personas vivirán en regiones o países con escasez absoluta de agua. Y al 2030 el mundo enfrentará un déficit del 40% entre la demanda prevista y el agua disponible”, sostuvo. Para él es imprescindible solucionar esta “ecuación” de desbalance, sobre todo porque no hay que olvidar a las 166 millones de personas que en América Latina y el Caribe carecen de agua, por ejemplo.
Tanja Lieuw, oficial FAO de políticas de cambio climático y Medioambiente, complementó las ponencias señalando la urgencia de ejecutar acciones a través de alianzas. “Solo si articulamos esfuerzos en conjunto, seremos capaces de superar los grandes desafíos a los que se enfrentará la humanidad en los próximos 50 años a causa de la escasez de agua”.