Por Stakeholders
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Estados Unidos oficializó hoy el cobro de aranceles del 25% sobre productos importados desde México y Canadá, así como un incremento de hasta el 20% en los gravámenes a las exportaciones chinas. La medida, impulsada por el presidente Donald Trump, busca fortalecer la industria estadounidense, aunque genera tensiones comerciales y preocupación en los mercados financieros.
Sin margen de negociación
Desde la Casa Blanca, Trump confirmó que México y Canadá no tendrán oportunidad de negociar una excepción a los aranceles, a pesar de los intentos previos de ambas naciones por fortalecer la seguridad fronteriza. “No hay margen para México ni para Canadá. Los aranceles están listos y entran en vigor hoy”, declaró el mandatario ante la prensa.
El republicano justificó su decisión señalando que estos países no han hecho lo suficiente para frenar el tráfico de fentanilo, un potente opioide que ha provocado miles de muertes en EE. UU. “Enormes cantidades de fentanilo han entrado en nuestro país desde México y, como saben, también desde China, desde donde se envía a México y a Canadá”, insistió.
Además de las sanciones a sus vecinos, Trump anunció un arancel adicional del 10% sobre las importaciones chinas, que se sumará al 10% ya vigente desde el pasado 4 de febrero, elevando la carga total al 20%.
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Impacto en la economía y mercados
El gobierno estadounidense sostiene que los aranceles beneficiarán a la manufactura local, especialmente al sector automotriz, que según Trump se ha visto afectado por la deslocalización de empleos desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en los años 90.
No obstante, la medida generó reacciones negativas en los mercados. Wall Street cerró la jornada con fuertes caídas: el índice Nasdaq perdió un 2.64%, el S&P 500 retrocedió un 1.76% y el Dow Jones de Industriales cayó un 1.48%, reflejando la incertidumbre de los inversionistas ante una posible escalada de represalias comerciales por parte de los países afectados.
Con la entrada en vigor de estos aranceles, las tensiones comerciales entre EE. UU. y sus principales socios económicos podrían intensificarse en los próximos meses, mientras sectores clave de la economía evalúan el impacto de la medida en sus operaciones y costos de producción.
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