
La Línea 1 del Metro de Lima cumple este 2025 catorce años de funcionamiento desde su puesta en marcha en 2011, consolidándose como una de las principales alternativas de transporte masivo en una ciudad históricamente marcada por la congestión vehicular y la deficiente infraestructura de movilidad.
Con más de 1,452 millones de pasajeros transportados, esta línea férrea se extiende a lo largo de 34.6 kilómetros y recorre 11 distritos limeños desde Villa El Salvador hasta San Juan de Lurigancho, con un total de 26 estaciones operativas. Su operación permite conectar zonas de alta densidad poblacional con centros laborales y comerciales, en un tiempo estimado de viaje que no supera la hora, una ventaja considerable frente al transporte convencional en Lima.
El hito llega en un contexto de creciente necesidad por soluciones sostenibles y eficientes en transporte urbano. Aunque la Línea 1 ha significado un alivio para miles de ciudadanos —y ha permitido reducir la emisión de toneladas de CO₂ al año, gracias a su uso de energía eléctrica— su capacidad actual se encuentra tensionada por la alta demanda. En horas punta, los trenes llegan a niveles críticos de aforo, evidenciando la urgencia de ampliar el sistema de metro a más zonas de la ciudad.
Retos para la Línea 1 del Metro
Actualmente, los operadores de la Línea 1 han impulsado mejoras en la frecuencia de trenes durante las llamadas «horas valle» para distribuir mejor los flujos de pasajeros. Sin embargo, la ampliación de la red ferroviaria sigue siendo una deuda pendiente. Proyectos como la Línea 2 —aún en construcción— y futuras líneas planificadas serán esenciales para abordar de manera estructural los desafíos de movilidad de la capital peruana.
Desde el sector privado, el concesionario Tren Urbano de Lima S.A. ha manifestado su voluntad de continuar trabajando en coordinación con el Estado para expandir el servicio. José Zárate, gerente general del consorcio, ha señalado que el objetivo es conectar más comunidades y atender la creciente demanda. «El futuro del transporte en el Perú es un futuro interconectado, y la Línea 1 está en el corazón de esa visión», comentó.
Pese a los avances logrados, la experiencia diaria de los usuarios revela que aún hay retos urgentes: sobrecarga en los vagones, insuficiencia de infraestructura de acceso en algunas estaciones, y limitaciones de cobertura en una ciudad cuya población metropolitana supera los 10 millones de habitantes.
En ese sentido, el aniversario número 14 de la Línea 1 no solo representa un hito de continuidad operativa, sino una oportunidad para reflexionar sobre lo avanzado y, sobre todo, lo que queda por construir para tener una red de transporte urbano moderna, equitativa y verdaderamente sostenible.