Por Stakeholders
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Por muchos años, la industria minera estuvo integrada solo por hombres. A las mujeres no se les permitía entrar a un yacimiento, pues se decía que traían “mala suerte” a las operaciones. Felizmente, todo eso ha cambiado.
Hoy, el papel que cumplen las mujeres en el sector minero ha evolucionado en todo sentido, hasta llegar a posiciones de liderazgo, algo imposible en décadas pasadas. Si bien aún queda mucho por recorrer, los avances han sido muy importantes.
Algo similar ha ocurrido con la administración de riesgos. Décadas atrás, esta era vista como una industria netamente “masculina”. Era difícil asociar a una mujer a labores como el manejo de bóvedas o trabajando como guardias de instalación.
Esa imagen ha cambiado por completo. Somos una industria que ha sabido evolucionar en base a la innovación y el profesionalismo. Esto ha traído como consecuencia una mayor participación femenina en el sector, logrando un impacto positivo en la productividad y el rendimiento.
En Hermes, reconocemos cada vez más la capacidad y el talento femenino. Para nosotros, la meritocracia es un valor especial, pues nos permite darles la oportunidad a todos de demostrar su desempeño y generar un crecimiento.
En la empresa, una mujer tiene las mismas posibilidades que un hombre de llegar a los más altos cargos dentro de la organización; eso es porque trabajamos en un entorno totalmente igualitario y equitativo. Así, el 55% de nuestro personal es masculino y el 45% es femenino.
Somos conscientes que la equidad de género es un valor imprescindible en la sociedad. Es la columna vertebral que nos permite tener los mismos derechos y oportunidades. Pero ¿cómo seguir adelante en este objetivo?; ¿de qué manera podemos impulsar más la participación femenina?
Como primer paso, es importante que las empresas establezcan claramente su visión y misión, y sobre ellas definir bien aquellos valores que marcarán su accionar.
En Hermes, uno de nuestros pilares es la Integridad y Desarrollo: Profesionalismo. Eso quiere decir que, a nivel laboral, lo que más pesa es el desempeño y el logro de objetivos.
Gracias a esa filosofía, nos hemos convertido en una empresa homogénea, diversa e igualitaria. Por esa razón, una mujer puede tener las mismas posibilidades que un hombre de llegar a los más altos cargos dentro de la organización.
La educación es otro pilar clave. Es importante que las organizaciones implementen iniciativas que permitan asegurar el acceso igualitario de sus trabajadoras a una formación profesional de calidad.
En Hermes sabemos el valor que tiene la educación. Por ello, como parte del movimiento Es Hoy, integramos la red de empresas aliadas para la iniciativa Beca Talento Digital, a través del cual participamos con cursos dirigidos a mujeres que deseen certificarse como analista de datos. Con ello, pueden aumentar sus posibilidades de encontrar un empleo de calidad.
Asimismo, muchos de nuestros colaboradores participan como docentes voluntarios del programa Kallpachay, que busca contribuir a la enseñanza y refuerzo escolar de miles de niños y jóvenes de colegios estatales a nivel nacional.
Junto a ello, hemos creado #MujeresqueInspiran, un espacio de diálogo hecho por mujeres donde se comparten vivencias y conocimientos que permiten inspirar a otras mujeres a crecer, romper las brechas de género y dejar huella en la sociedad.
Finalmente, es importante que las empresas incentiven la meritocracia; esta no solo permite desarrollar el talento, sino también ayuda a “democratizar” la empleabilidad.
En este objetivo, los líderes tenemos una tarea muy relevante. Debemos involucrarnos mucho más en esta problemática y empezar a tener una mirada especial a la inequidad de género. Solo así contribuiremos a tener una sociedad más inclusiva y sostenible.
