Por Stakeholders

Lectura de:

Jorge Melo Vega Castro
Presidente de Responde

Abordar el tema de la energía es fundamental para entender el desarrollo. Existe una correlación entre el Índice de Desarrollo Humano (IDH) y el consumo de energía per cápita en los países, por eso es muy importante no plegarnos mecánicamente, sin mayor análisis, hacia las corrientes que plantean la reducción del consumo de energía, porque puede resultar contraria a nuestros propios intereses de crecimiento y de aspirar a una vida más digna. 

El tema es complejo y lo hemos podido observar el último año debido a la invasión y guerra en Ucrania. Los países europeos venían trabajando un ambicioso programa para la reducción de energías de origen fósil y pasar hacia energías renovables, decisión que implica un alto costo económico para sus ciudadanos, pero era un mandato de la Unión Europea. Sin embargo, debido a la guerra, los deseos chocaron con la dura realidad y la necesidad de volver al empleo de combustibles fósiles y asumir la dependencia, además, a su principal suministrador, que es Rusia. Esta situación ha llevado a poner en paréntesis el plan de las renovables y a levantar el veto hacia el uso del carbón, que es precisamente la fuente para la producción de energía más contaminante. Alemania, la economía más importante de Europa, se ha visto obligada a reactivar sus centrales térmicas de carbón. 

Esta reflexión no busca cuestionar o desalinearnos de los compromisos asumidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, sino ponerle un poco de realismo a nuestra propia posición frente a este escenario. Allí es donde se presenta una oportunidad para nuestras industrias. Definitivamente, el Cambio Climático está llevando a innovaciones importantes en las empresas, innovaciones que si no son adecuadamente abordadas harán que rápidamente muchos negocios caigan en obsolescencia, debido a que otras industrias que no necesariamente son de nuestra actividad, se han movido y han terminado, por un tema de costos o sustitución, dejándonos fuera del mercado. 

En ese sentido, nuestra minería sí ha sabido adaptarse a los cambios y se destaca frente a minerías de otras partes del mundo, que siguen produciendo sus concentrados generados con base en energías más contaminantes, como el carbón o petróleo. Pero tenemos otras industrias que, debido a su ubicación geográfica dentro del país, no les es posible cambiar su matriz energética, por lo que sus costos son mayores y requieren, como resultado de su remediación, compensar sus impactos al no poder acceder al gas natural o a fuentes de energía renovable.

En una gestión ESG adquiere cada vez más importancia el componente ambiental, porque es donde están poniendo foco los inversionistas y el sistema financiero. Cuando se destaca el ambiente, este se traduce hoy en energía, lo que antes era conservación de la naturaleza. Aspectos como la mitigación y adaptación frente al Cambio Climático, así como la estimación en su negocio de qué ocurrirá por ese impacto en los próximos 5 años, son aspectos centrales. Ese es el reto que tienen los líderes empresariales, ponerse en los escenarios más agresivos sobre cómo cambiará su industria frente a los cambios que realizarán otros sectores y asumir que si no adaptan su negocio pueda que dejen de existir, porque otros ya encontraron alternativas. 

Pero no todo es futurología, porque ya vivimos impactos. Recientemente en Europa, debido al elevado costo de la factura eléctrica, muchos negocios grandes y pequeños tuvieron que cerrar sus puertas. Se trata de negocios en el que el componente de la electricidad tiene un peso superior al 10% y cuando el precio de la luz se duplica o triplica, como allí ocurrió, ya no podían seguir funcionando. Esto ocurrió con empresas textiles, de siderurgia, producción de alimentos, papeleras, panaderías, lavanderías, etc. Las empresas en Perú deben entender que la agenda de las energías renovables permitirá tener una industria innovadora y competitiva.







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.