Por Stakeholders

Lectura de:

Edmundo Lizarzaburu Bolaños, profesor de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN

El calentamiento global en la actualidad es un problema que involucra no solo a los países desarrollados. En los últimos 100 años el planeta se ha calentado con mayor rapidez de lo que sucedió hace 10 mil. La causa principal es el aumento de las emisiones de carbono (co2) y otros gases de efecto invernadero, producto de las actividades realizadas por las diversas industrias y personas.


Si es que se toma en cuenta los últimos modelos de proyección climática, producto de los efectos de las emisiones industriales se revela una elevada temperatura en todo el planeta entre 2°C y 5°C para las próximas décadas. Asimismo, se proyectan, entro otros cambios: reducción de masas de hielo y depósitos de nieve, aumento de los niveles marinos y la modificación en intensidad u frecuencia de los fenómenos climáticos extremos.


Tanto la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) como el Protocolo de Kyoto, establecieron obligaciones legales para algunos países industrializados con la finalidad de mitigar sus emisiones de efecto invernadero y delinearon mecanismos como el derecho de emisión u otro a fin de tener un desarrollo limpio para ayudar a los países en ese afán, ya que representan casi el 50% de todas las emisiones mundiales.


En el año 2020, 127 países, 823 ciudades, 101 regiones y 1541 empresas se comprometieron a mitigar sus emisiones de carbono para mediados del siglo XXI, tomando acciones para limitar el aumento del calentamiento global por debajo de 2° C. Concretando dicho compromiso en lo que hoy se denomina el Acuerdo de Paris.


Con la finalidad de crear un instrumento que generen cambios en el comportamiento a nivel económico es que se originaron los mercados de carbono, en donde se transan instrumentos de compensación de carbono, que son mecanismos que buscan la reducción, mitigación y/o prevención de las emisiones de dióxido de carbono o de Gases de Efecto Invernadero (GEI).


Estos instrumentos crean mercados de carbono que son espacios en donde las empresas y las personas pueden comprar y vender certificados de reducción de emisiones de GEI o carbono, que se obtienen como producto de la implementación de un proyecto que mitigue las emisiones.

Los mercados de carbono y GEI incentivan los cambios tecnológicos en los procesos productivos, así como entre los productores y consumidores, facilita la toma de decisiones de los actores privados frente a la reducción de emisiones dentro de sus modelos de negocio y crea servicios asociados como las plataformas de registro, validación y verificación de proyectos que reduzcan sus emisiones.


El empeño en limitar el muy probable ascenso de las temperaturas en el planeta y reducir los niveles de CO2 y Gases de Efecto Invernadero no puede lograrse con los esfuerzos de una sola nación o gobierno, sino que requiere del compromiso de todos los estados del mundo. No hay otro planeta, al menos hasta ahora, en el que los humanos puedan vivir y el despertar de esta conciencia ambiental debería ser de todos.







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