Franco Horna
Gerente de sostenibilidad y
cambio climático de PwC Perú
Las empresas y los consumidores están cambiando sus hábitos de compra y consumo para ser más responsables y conscientes. En nuestra encuesta Global Consumer Insights Pulse de diciembre de 2021, más de la mitad de los consumidores encuestados planteó que, conscientemente, consideran factores ligados a la sostenibilidad para realizar sus compras.
Asimismo, las Naciones Unidas determinaron que uno de los objetivos de desarrollo sostenible planteados en el 2015 es la producción y consumo responsable, lo cual incentiva también a las empresas a tomar acción sobre sus cadenas de valor. De acuerdo con las Naciones Unidas, el consumo y la producción responsable trata de desvincular el crecimiento económico de la degradación medioambiental, aumentar la eficiencia de recursos y promover estilos de vida sostenibles. Por ese motivo, las empresas deben entender la importancia y las oportunidades que se pueden conseguir al consumir recursos de una manera más responsable.
Este término hace referencia al consumo con el mayor impacto positivo neto en el medio ambiente y en la sociedad. Si pensamos en el consumo ambientalmente responsable, el enfoque está en el uso de recursos naturales eficientemente y considerar la menor cantidad de impactos negativos en el medio ambiente. Los principales temas para considerar serán la reducción de la generación de residuos a través de todo el ciclo de vida de un producto, reutilización de materiales o productos y uso de energías renovables.
Una empresa responsable, además de las consideraciones económicas, integra la variable social y ambiental en sus decisiones de compra. Una de las condiciones más importantes para el consumo responsable es la transparencia de la empresa. En la encuesta Global Consumer Insights Pulse de diciembre del 2021, 51% de los encuestados mencionó que quiere conocer de manera transparente el origen y la trazabilidad de los impactos producidos por los productos que consume. Por ese motivo, los grupos de interés deben disponer de información exhaustiva, confiable y verificable sobre el impacto que genera la empresa.
Consumir de manera responsable es importante debido a la limitación en los recursos actuales y la búsqueda de prosperidad y confianza en todos los grupos de interés. Según las Naciones Unidas, la población mundial podría crecer hasta los 8,500 millones en 2030 y los 9,700 millones en 2050. Esto significa que necesitaríamos el equivalente de casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.
Por ese motivo, los ritmos de consumo de hoy no podrán satisfacer las necesidades futuras de recursos.
Asimismo, el aumento de la eficiencia de los recursos puede ayudar a las empresas a reducir su base de costos y los riesgos asociados con la seguridad del abastecimiento, la volatilidad de los precios y daños reputacionales, lo que respalda el crecimiento sostenible a mediano y largo plazo. Actualmente, las empresas líderes están estableciendo metas y objetivos específicos para desvincular su crecimiento económico de los impactos ambientales. Las metas podrían vincularse a economía circular, reducción de residuos, reducción de emisiones y muchas otras iniciativas que mejoren el desempeño ambiental de la empresa.
Es trascendental que las organizaciones inicien o continúen identificando los posibles puntos críticos de compra y consumo responsable en su cadena de valor. Asimismo, que generen o fomenten iniciativas y objetivos enfocados en realizar eficiencias o disminuir el uso de recursos. Por lo general, establecer tales objetivos impulsa una fuerte innovación y genera valor de marca, además de contribuir en la reducción de costos y riesgos.
Las empresas y los consumidores están cambiando sus hábitos de compra y consumo para ser más responsables y conscientes