Por Stakeholders

Lectura de:

Peter Yamakawa
Decano de ESAN Graduate
School of Business

El cambio climático, la preservación de la biodiversidad, la reducción de los niveles de contaminación, así como la necesidad de una cadena de negocios justa que permita el desarrollo de la sociedad, son algunos de los principales desafíos que enfrenta el mundo empresarial en la actualidad. Desde Lima, pasando por Nueva York, Madrid, Tokio o Pretoria, las operaciones de las empresas tienen impactos directos y tangibles en las distintas esferas de la sociedad, como son la economía, el medioambiente, la salud, entre otros. Por ello, es necesario una mayor conciencia por parte de las altas direcciones y de los emprendedores para efectuar un cambio radical en la forma en la que se opera y así se contribuya con la preservación de nuestro planeta que permita que las nuevas generaciones no se vean limitadas en el uso de recursos como el agua o disfruten de una rica diversidad de flora y fauna. 

En esta línea, la reducción de costos y la búsqueda de mayores ventas ya no pueden ser los únicos indicadores para medir el éxito de una organización. Así, se requiere contar con una visión más holística que analice el contexto en el cual se desarrollan las operaciones y se reconozca lo vital de transformar los modelos de negocio tradicionales en modelos de negocios regenerativos que asuman la responsabilidad de velar por la preservación del medioambiente o su remediación, en caso de producirse un daño al ecosistema.

Las empresas no pueden estar de espaldas a un contexto sumamente preocupante para supervivencia del planeta: 

• Durante el año 2020 se emitieron hasta 34 000 millones de toneladas de CO2, de acuerdo con cifras de Global Carbon Project. 

• De acuerdo con cifras presentadas en la última COP26 desarrollada en Glasgow, se estima que 4 millones de personas murieron en el mundo a causas atribuibles a la contaminación del aire en 2019. En tanto, el 19 % de la superficie mundial se vio afectada por sequías extremas en cualquier mes en 2020. Esta cifra no superaba el 5 % antes del 2010.

 • Actualmente, 2 mil millones de personas sufren de inseguridad alimentaria producto del cambio climático. 

• De acuerdo con el Banco Mundial, para el 2050, el mundo generará 3,400 millones de toneladas de residuos por año. 

Frente a este escenario, una herramienta que permitiría lograr un desarrollo sostenible es la economía verde, que según el Programa para el medioambiente de la ONU es aquella que es baja en el uso de carbono, es eficiente en recursos y energía, y es socialmente inclusiva. Esto reduce significativamente los riesgos ambientales. 

No obstante, si bien en nuestro país se cuenta con la Alianza para la acción hacia una economía verde (PAGE, por sus siglas en inglés), que es una iniciativa del Sistema de las Naciones Unidas, se requiere de un mayor compromiso y liderazgo por parte de la comunidad empresarial para lograr este cambio responsable de una manera más rápida. 

En el caso de ESAN Graduate School of Business, desde hace varios años, a través de ECOESAN, nuestra área de Desarrollo Sostenible, venimos implementando diversas políticas para reducir el impacto ambiental producto de nuestras operaciones. Es así como tenemos una política de cero papel; sistemas de optimización energética para un menor consumo de electricidad; un programa de reforestación en nuestro campus; un programa de reciclaje que busca educar a nuestra comunidad universitaria, entre otros. 

En cuanto a programas educativos, buscamos impulsar temas vinculados a sostenibilidad, economía circula, economía verde, green management, y otros temas vinculados al medio ambiente para contribuir con el cambio de mentalidad y gestión que necesita el sector empresarial.







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