Por Stakeholders

Lectura de:

Carlos Zapata Dávila
Senior Staff – ESG
Catedrático de Sostenibilidad en la Universidad
de San Francisco y la Universidad de California San Diego

El 22 de abril de cada año se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, como fue designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009. Sin embargo, esta celebración cumple oficialmente 52 años de existencia este 2022. Su origen nos remonta a 1970, cuando más de 20 millones de personas alrededor del mundo tomaron las calles en protesta por violaciones en contra del medio ambiente, y considerando que el planeta ya se encontraba en una crisis ambiental. No es coincidencia, entonces, que el 22 de abril del 2016 se firme el ya conocido Acuerdo de París, con el objetivo de frenar el calentamiento global a través de la limitación a menos de 2˚C sobre los niveles preindustriales.

La importancia de combatir el cambio climático ha adquirido una relevancia significativa desde hace muchos años, más aún, con el reporte emitido por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de las Naciones Unidas en febrero de este año. Debo resaltar algunas de las conclusiones más impactantes de este reporte. Primero, los daños que ocasiona el cambio climático en la salud física y mental de todos los pobladores del planeta son evidentes. Así tenemos, el incremento en el índice de mortalidad por temperaturas extremas. Segundo, el daño ya ocasionado en los ecosistemas terrestres, marinos y fluviales es irreversible. Por último, aunque el cambio climático afecta a todos, no lo hace por igual. Los más afectados son los sectores pobres y vulnerables, mujeres, niños y las comunidades indígenas.

Aunque nuestro compromiso con el medio ambiente, con iniciativas y prácticas sostenibles, o con el desarrollo sostenible, no debe limitarse únicamente al 22 de abril de cada año, es una fecha importante para renovar ese compromiso y continuar mejorando. Pero ¿de qué maneras podemos contribuir nuestro granito de arena en esta importante fecha? Existen innumerables formas mediante las cuales podríamos lograr un impacto masivo a nivel mundial, ya que esta celebración se lleva a cabo en todos los países. Desde limitar, o eliminar, el suministro eléctrico innecesario por determinado tiempo o desenchufar artefactos eléctricos que no se encuentran en uso, a limitar en lo posible el uso de vehículos motorizados y emplear métodos de transporte alternativos, hasta reducir el tiempo que pasamos en la ducha, son solamente algunas maneras de contribuir.

Sin embargo, no es solamente responsabilidad de cada uno de nosotros implementar medidas en favor del medio ambiente. También todas las empresas están en la obligación de manifestarse en favor de diseminar y ejecutar medidas para combatir el cambio climático, implementar prácticas sostenibles y fomentar estas iniciativas en sus consumidores y grupos de interés. Mi compañía, por ejemplo, interrumpirá este 22 de abril el suministro eléctrico innecesario y apagará las luces en todas sus sedes -San Francisco, Boston, San Diego, Tel Aviv, Singapur, y Guangzhou- durante una hora. Además, patrocinará eventos de educación sobre la importancia de la conservación ambiental y biodiversidad.

Ante lo expuesto líneas arriba, hago un llamado a la conciencia de todos los peruanos para que, a la medida de nuestras posibilidades, nos unamos a la ardua lucha en favor del medio ambiente y así tratar de contrarrestar los efectos del cambio climático en nuestro país -que son muchos- y el mundo. Es tarea de todos. ¡Y qué mejor día para hacerlo, que durante el Día de la Tierra!







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