La alarma se encendió en Áncash tras el color anaranjado del río Tablachaca, que sugiere una posible contaminación por relaves mineros. Proyecto Chinecas tomó muestras de agua y, en cinco días, se conocerán los resultados que podrían confirmar el peligro.

Fotos: Wayka.

Por Stakeholders

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Ante la sospecha de una grave contaminación por el cambio de color del río Tablachaca, el Proyecto Especial Chinecas recolectó muestras de agua, las cuales han sido enviadas a un laboratorio autorizado por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal). De esta manera, en cinco días se conocerán los resultados y si es que los ríos Tablachaca y Santa se han visto afectados por relaves mineros. Este fenómeno ha generado preocupación entre las comunidades locales y las autoridades.

«Los resultados se obtendrán en un plazo máximo de cinco días, y permitirán determinar la presencia y concentración de metales pesados en el agua», informó la organización a través de un comunicado.

La medida fue decidida en una reunión de emergencia, en la que participaron representantes del Ministerio Público, la Policía Ambiental, la Defensoría del Pueblo, la Autoridad Nacional del Agua (ANA), y otras autoridades locales y regionales.

La situación se ha agravado desde que se detectaron los primeros indicios de contaminación el pasado 5 de agosto. La fiscal Evely Lamadrid, de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, destacó la importancia de estas acciones para proteger la salud de la población y el medio ambiente.

«Nuestro trabajo se centra en garantizar el abastecimiento de agua segura para la población y en ubicar la fuente exacta de la contaminación, que podría provenir de la minera Dynacor», indicó.

Población teme por su salud

El cierre de las compuertas de las bocatomas de La Huaca y La Víbora, por parte de Chinecas, ha sido otra de las medidas implementadas para proteger los cultivos en la región. Jhon Cabrera, gerente del proyecto Chavimochic, informó que se ha restringido la captación de agua en la región, afectando tanto el suministro de agua potable como el riego de los cultivos.

Las comunidades afectadas, especialmente en el centro poblado de Chuquicara, donde viven unas 200 personas, también temen por su salud. “El agua está muy sucia, somos una de las personas que tomamos directamente el agua del río Tablachaca. La situación es preocupante”, expresó Víctor Manrique Figueroa, residente local.

La medida adoptada también está afectando a la región de La Libertad. La empresa Sedalib, que provee servicios de agua potable y alcantarillado en La Libertad, aseguró que no habrá desabastecimiento en la ciudad de Trujillo, ya que la mitad del agua potable proviene de Chavimochic.

Por otro lado, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha iniciado la limpieza de las áreas afectadas por los sedimentos provenientes de la bocamina 1464, ubicada en la quebrada Pelagatos. La empresa Activos Mineros SAC, responsable del cierre de la unidad minera, está realizando el retiro del material contaminante utilizando sacos y otros materiales especializados.







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