Firefighter ecologist fighting fire in field with cloudy sky on background. Cropped view of male environmentalist holding bucket and pouring water on burning dry grass. Natural disaster concept.

Por Stakeholders

Lectura de:

María Hinostroza
PhD Candidato en Sostenibilidad Ambiental
en la Universidad de Ottawa

Se podría destacar el rol de ciertas industrias como principales contribuyentes de las emisiones del efecto invernadero causantes del calentamiento global. Sin embargo, el cambio climático no discrimina y es un riesgo latente -directo o indirecto- a todas las empresas sin importar su aporte a nuestra actual crisis climática. Encontramos una industria del turismo que no necesariamente tiene un impacto ambiental significativo, pero puede verse fuertemente impactada por los riesgos del cambio climático en el ambiente y en las comunidades relacionadas con sus operaciones. 

Por ello, es clave comprender la importancia de adaptarse e incluir los riesgos climáticos en la estrategia de negocio. De acuerdo con el marco del Task Force on Climate-Related Financial Disclosures (TCFD) es importante analizar la exposición a los riesgos climáticos, físicos, regulatorios y transitorios, así como los pasos que las empresas están tomando para abordarlos. Incluso, algunos de estos riesgos ya se han empezado a materializar en ciclos comerciales y operativos. Por ello, a nivel internacional, autoridades reguladoras, accionistas e inversionistas coinciden en lo imperativo que es incluir e informar sobre estos riesgos en la estrategia corporativa. 

Los riesgos climáticos físicos son consecuencias del impacto del clima en nuestras operaciones dependiendo dónde nos encontramos ubicados o tengamos que realizar nuestras labores. ¿Qué tanto se puede ver afectado nuestro trabajo por lluvias intensas, inundaciones o extremas temperaturas?

Algunas empresas de turismo han tenido que cambiar la estructura de sus equipos e instalaciones porque las condiciones del ambiente requieren ajustes por mayores desafíos en las vías de acceso o locaciones. Actualmente, también existe mayor exposición a cambios en los patrones de comportamiento o migración de nuestra biodiversidad que puede afectar o limitar el acceso a los recursos para las operaciones como turismo. Por lo tanto, se requiere lograr un acercamiento a la comunidad científica para comprender mejor cómo adaptarse correctamente. 

Los riesgos climáticos regulatorios son potenciales cambios que pueden abarcar cumplimiento de nuevos estándares relacionados con problemas ambientales como la contaminación del aire, las emisiones de carbono, el uso de energía o agua. También podrían ser mayores cargas tributarias con el afán de controlar o limitar los niveles actuales de contaminación. Finalmente, los riesgos de transición son aquellos que afectan las operaciones comerciales o de negocio de las empresas con impacto en la reputación o el cambio de comportamiento del consumidor por preferencias más eco-amigables. 

Entonces, todas las empresas, de una u otra manera, están expuestas a efectos del cambio climático. Esto no solo representa potenciales pérdidas de propiedad, interrupción de negocio, sino también problemas de reputación o mayores requerimientos de información por inversionistas. Por lo tanto, esta es una oportunidad para las empresas de comprender mejor la naturaleza de los riesgos climáticos para incorporarlos en su análisis del negocio, buscando nuevas oportunidades de mercado y adaptando las existentes. Más allá de las responsabilidades que todos tenemos con el ambiente, se debe analizar e incorporar los efectos de una realidad que es inminente. 

Las empresas deben adaptarse estratégicamente. Se debe iniciar analizando los niveles de dependencia con determinados productos o fuentes de recursos. Luego de esta identificación, se podría diversificar hacia nuevas oportunidades. Se recomienda trabajar en tres etapas: identificar riesgos para gestionar impactos, incorporar riesgos y sus planes de adaptación a las estrategias corporativas e informar a los grupos de interés buscando transparencia. Hay que entender que las expectativas van más allá de solo accionistas e inversionistas. Los consumidores son cada vez más entendidos en temas climáticos y prefieren empresas que compartan mismos valores. Seamos empresas realmente comprometidas con la actual situación climática. Consideremos el cambio climático en nuestros negocios. 







Continúa con tu red social preferida

Al continuar serás un suscriptor gratuito

O continúa tu correo.

Escriba su correo electrónico con el que se suscribió para acceder

Suscríbete

Ya me suscribí.