Hans Rothgiesser
Miembro del Consejo Consultivo Stakeholders
Durante la pandemia la educación pública se transfirió al proyecto Aprendo en Casa, en donde se supone que estarían todos los materiales que los miles de alumnos peruanos de distintos grados y años necesitaban para no atrasarse. Es de suponer que el material que está en este portal sea bastante cercano a lo que los alumnos de colegios públicos aprenden usualmente en presencia.
Si uno revisa los contenidos económicos de Aprendo en Casa podría encontrar resultados preocupantes. Por ejemplo, solo se aborda el tema de la hiperinflación tres veces en todo el portal. Una vez como una descripción del contexto histórico de 1990, pero no explica las razones por las cuales tuvimos hiperinflación. Otra vez como el testimonio de una empresaria, como parte de un ejercicio de interpretación de testimonios. Para nada aborda las razones de la hiperinflación.
Y una tercera vez en una publicación con diez historias reales de vida de peruanos verdaderos. Para nada explica las razones de la hiperinflación. No olvidemos que alguna vez en los colegios públicos teníamos el curso de economía. Durante el gobierno de Toledo se le eliminó y los contenidos relacionados a economía fueron repartidos en otras áreas. Así, algunos de los temas los enseña el profesor de sociales, otros el profesor de matemáticas, etc. El problema de fondo, por supuesto, es que en ese proceso desaparecieron del plan de estudios temas cruciales.
Por ejemplo, ¿cómo es posible que en el Perú -el país que le dio al mundo el caso de estudio de todo lo que no hay que hacer en el manejo de la inflación- no se enseñe en los colegios los orígenes de ese pasaje histórico tan traumático de una generación? Es inaceptable. En los colegios se debería enseñar cómo fuimos a parar con ese problema inmanejable. Pero, por supuesto, si se enseñara eso, las nuevas generaciones serían menos susceptibles a promesas populistas.
Algo parecido sucede con el concepto “canon minero”. Si uno hace una búsqueda en Aprendo en Casa, encontrará que solo es abordado una vez. Una sola vez. Y ni siquiera es para explicar lo que es el canon minero y cómo funciona. Es en un texto sobre la descentralización y sobre la distribución de los recursos. Nada más. ¿Sorprende entonces que las nuevas generaciones se dejen engañar tan fácilmente al respecto? Y si uno fuese conspiranóico podría concluir que esto fue hecho al propósito.
Si uno busca TLC en el portal, encontrará apenas una respuesta: Un documento acerca de los desafíos del Perú al bicentenario. No se explica las bondades del TLC, no se explica por qué es tan importante, no se explica el impacto del TLC con los Estados Unidos en la economía peruana. Solamente se le menciona como algo bueno. Considerando el inmenso impacto que tiene este acuerdo comercial en la economía peruana, ¿no se debería ahondar en ello en el colegio? No, pues, ¿quién lo dictaría? Ya no hay perfil de profesor de economía en el magisterio.
De hecho, si uno busca “tratado de libre comercio” con todas sus palabras entre comillas, recibirá un texto adicional de economía donde se explica en un párrafo la necesidad de tratados de libre comercio. Eso es todo. Entonces, mucho podemos hablar de la necesidad de más educación financiera o de educación para el trabajo, pero si no tienen esta base, todo será por gusto. Serán microempresarios que apoyan proyectos políticos que van contra sus propios intereses. Algo urgente hay que hacer al respecto.