Por Stakeholders
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Gran parte del impacto ambiental es por el consumo de inmensas cantidades de energía, en su mayoría provocadas por combustibles fósiles. Enfriar un espacio, ya sea un refrigerador doméstico o un aire acondicionado, necesitan una gran cantidad de energía que vienen de combustibles fósiles y cualquier uso de energía dedicada a reducir la temperatura emite gases de efecto invernadero.
En ese sentido, cuando se habla de la tecnología de enfriar espacios, nos referimos a los refrigerantes. Estos últimos, son productos químicos que se utilizan para reducir las temperaturas, sin embargo, tienen un alto potencial de calentamiento global.
Es por ello por lo que, aunque se usen pequeñas cantidades de refrigerantes, el impacto de estos al filtrarse a la atmósfera termina ocasionado un gran daño en el clima.
En la actualidad, más de 3.600 millones de aparatos de refrigeración —para enfriar edificios y refrigerar alimentos y otros artículos se utilizan según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y se estima que la cifra suba a 9.500 millones para 2050.
El documento recalca que las emisiones de gases de efecto invernadero que vienen de las plantas de carbón y gas natural a la hora de generar electricidad para el funcionamiento de aires acondicionados se duplicaría de 1250 millones de toneladas en 2016 a 2280 en 2050.
Cabe resaltar que estas emisiones colaborarían al calentamiento global, lo cual aumentaría la demanda de sistemas de aire acondicionado.
¿Cómo reemplazar los refrigerantes con alto impacto ambiental por alternativas sostenibles?
Se pueden optar por equipos más eficientes energéticamente o cambiar los comportamientos de los consumidores, como tener un ambiente más cálido en espacios de oficina y espacios residenciales.
Un mejor diseño de edificios, podría disminuir la necesidad del aire acondicionado. y la reducción de los efectos de islas de calor urbano.
Otra alternativa podría ser las cargas variables de aire acondicionado y refrigeración según la hora del día y la necesidad real. Hay muchas maneras para hacer que el aire acondicionado y la refrigeración sean más inteligentes, no solo en términos de las tecnologías en sí, sino también en términos de gestión energética.
¿Existen industrias o empresas que utilicen estas técnicas innovadoras?
La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal está tratando de eliminar gradualmente los refrigerantes con alto potencial de calentamiento global a favor de los refrigerantes con bajo potencial de calentamiento global.
Por otro lado, cada país tiene sus etiquetas y certificaciones de fabricación para equipos de aire acondicionado que tienen clasificaciones de eficiencia energética. En los Estados Unidos, es Energy Star. En Europa y Asia, tienen una variedad de certificaciones y etiquetas para resaltar a los consumidores que estos son dispositivos que consumen menos energía.
Es importante la intervención inteligente, como usar termostatos inteligentes en hogares y oficinas que ajustan el aire acondicionado según la hora del día y cuando las personas ocupan espacios.
