Por Stakeholders
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Los liderazgos públicos se convierten en figuras trascendentales para la gobernanza de las instituciones en diversos sectores de la región. El involucramiento de la población es una herramienta clave para lograr el desarrollo sostenible y ser generadores de cambio ambiental y global.
El mundo está cambiando y todos los días lo vemos con noticias sobre regulaciones o acuerdos ambientales. Alexandra Delgado, profesora de Urbanismo de la Universidad Nebrija (Madrid), menciona en su columna de The Conversation que, por ejemplo, cuando la distancia de vuelos en Francia es menor a dos horas y media se puede sustituir por un viaje en tren y así reducir la contaminación.
Otro caso es el Acuerdo de Escazú entre países de América Latina y el Caribe, el cual busca garantizar el acceso de información ambiental a la ciudadanía y su participación en las políticas públicas relacionadas a dicho acuerdo.
Los países de la región poseen marcos legales para la defensa del ambiente, pero ¿es suficiente? No, desde hace años se ha implementado la conciencia ambiental, para que los ciudadanos sean parte de las transformaciones medioambientales, así también lo entiende la especialista.
¿Eres un ciudadano ambiental?
Es un ciudadano ambiental aquel que actúa como agente de cambio en la escala local, nacional y/o global, a través de acciones individuales y/o colectivas y que participa en los procesos de toma de decisiones, según la Red Europea para la Ciudadanía Ambiental.
Alexandra Delgado señala que esto no supone tener la responsabilidad del medio ambiente, sino actuar enmarcados en las acciones del gobierno, que deberá brindar acceso a los procedimientos administrativos e información en el resarcimiento de daños. Por eso el ciudadano ambiental tiene un doble papel: en su comportamiento ambiental y en el cambio de la agenda de los gobiernos.
Para avanzar en la aplicación de este principio, se necesita de la participación ciudadana en políticas ambientales como sostenibilidad y economía circular. Es así que la cooperación es indispensable para el éxito de numerosas políticas ambientales.
¿Cuáles son las ‘armas’?
- Transformar la sociedad a partir de la toma de decisiones, que permitan incluir en la agenda cuestiones medioambientales.
- Optar por acciones ecológicas a nivel particular y/o colectivo.
- Adoptar actitudes ambientales en el día a día.
“La educación desempeña un papel clave en la configuración de los futuros ciudadanos ambientales; nadie nace ciudadano ambiental, pero cualquiera puede llegar a serlo a través de la educación», señaló la Red Europea para la Ciudadanía Ambiental.
Vivir en equilibrio con la naturaleza es el objetivo de un ciudadano ambiental. ¿Cómo se consigue? Reclamando el derecho a respirar aire limpio, a tener una ciudad en armonía con el medio ambiente, al disfrute del entorno vital.
