La emergencia climática insta a que las organizaciones midan, mitiguen y compensen su huella de carbono. Arturo Caballero, CEO de A2G Sostenibilidad y Cambio Climático, aborda el compromiso que vienen asumiendo las compañías a lo largo
del tiempo, así como su rol frente a los desafíos climáticos. Además, cuenta cómo desde A2G las acompañan y planean impulsar más aún el tema.

Por Stakeholders

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En un balance general, ¿cómo ve que va avanzado el mundo o la región en la reducción de emisiones de carbono?

Creo que, si bien algo se ha avanzado a nivel sociedad, aún no entendemos la urgencia y la velocidad con la que debemos actuar. Las emisiones de GEI no están retrocediendo al ritmo que se necesita. Si bien surgen nuevas opciones tecnológicas para hacerle frente al cambio climático y vemos cada vez más y más empresas que establecen metas y acciones para reducir sus emisiones, seguimos con una brecha importante que cubrir. A la velocidad con la que vamos es muy probable que no podamos cumplir la meta establecida en el Acuerdo de París de no incrementar la temperatura media global del planeta en más de 2ºC.

En esa línea, ¿cómo avanza Perú en sus compromisos al 2030 o en vistas de la carbono neutralidad?

El Perú tiene un compromiso gigante. Al 2030, en solo 7 años, debemos reducir el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero y buscar la carbono-neutralidad al 2050. Metas que, si bien pueden verse inalcanzables para algunos, es lo que se requiere para poder aspirar a la reducción necesaria planteada en el Acuerdo de París para nuestro planeta.

Para lograr estos objetivos se requiere de un planeamiento, presupuesto y financiamiento público y privado. El MINAM, con un gran esfuerzo y apoyo de la cooperación, ha venido trabajando en el planeamiento y ya tiene identificadas las 62 medidas de mitigación necesarias para lograr la meta país. También, ya se han realizado estimados sobre el presupuesto que se necesitaría para cumplir dichos compromisos y el monto asciende a 32 mil millones de dólares. Lo que falta es definir cómo deberán cubrirse estos costos ya que la inacción ante el cambio climático le costaría al Perú una reducción del PBI entre 11 % y 20 % hacia el año 2050.

¿Por qué el Perú debería ser una de las naciones llamadas a reducir su huella de carbono y asumir sus desafíos climáticos?

Si bien las emisiones de Perú solo significan el 0,4% del total mundial, nuestro país es también uno de los más vulnerables ante los efectos del cambio climático. Estamos viendo que las predicciones de los científicos de eventos climáticos más extremos y frecuentes están ya ocurriendo. El Perú está escribiendo una nueva historia con ciclones como Yaku en nuestro hemisferio. Buscar contribuir a su reducción y buscar la carbono-neutralidad es parte del desafío de cada una de las naciones. Nuestro país ha suscrito el Acuerdo de París y con ello se ha comprometido a reducir su huella de carbono. Esta reducción debe estar enfocada sobre todo en las emisiones provenientes de la agricultura, deforestación, transporte y generación de electricidad, que son los sectores más urgentes de transformar y donde mayores oportunidades también se crean para el país.

Solo el reducir la deforestación en el país, generaría un beneficio neto de casi US$29 mil millones al 2050 según el BID como resultado de mayores ingresos derivados de las ventas de productos agroforestales, productos madereros y no maderables, y de servicios ecosistémicos.

¿De qué manera A2G viene impulsando la gestión sostenible alrededor del país?

A2G acaba de cumplir 15 años teniendo como objetivo generar conciencia sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático. Al inicio fue una compañía más relacionada a finanzas climáticas, ayudando a las empresas peruanas a reducir sus emisiones con apoyo de financiamiento externo a través de la generación de créditos de carbono. Hoy acompañamos a las empresas en su proceso de evolución hacia una mejor gestión de sus emisiones y sus recursos, ayudándolos a contar con una métrica para su gestión y planificación en sostenibilidad ambiental.

Fuimos pioneros al calcular la primera huella de carbono en el país en el año 2009 con un proyecto de minera Milpo e hicimos la primera huella hídrica en el país para Minera Yanacocha en el año 2011. Desde esa fecha, donde nadie brindaba estos servicios en el mercado, hemos trabajado con las principales empresas de todos los sectores desarrollando más de 350 proyectos en todo el Perú y en otros 6 países de la región, contando desde el año 2022 con presencia permanente en Colombia.

Por otro lado, ¿cuál es su opinión sobre el desempeño que vienen teniendo las empresas para asumir los retos que se enfrentan en el tema?

El empresariado en el Perú está en distintas etapas. Hay aquellas empresas que realmente están convencidas de que el cambio climático y sus efectos es una megafuerza que los impactará en un futuro cercano más aún que la pandemia del COVID-19. Han aprendido de ello y se han vuelto más resilientes. Saben que deben hacer frente a estos riesgos y vienen realizando acciones para reducirlos. Son empresas de distintos sectores que migran sus procesos a energías renovables, que planifican su descarbonización con metas de la mano con la ciencia, que incorporan un precio al carbono en sus proyectos, que invierten en tecnología buscando eficiencia y reducción de emisiones, que innovan y automatizan, y buscan incorporar una economía circular en sus procesos.

Estas empresas son las que buscan inspirar a las demás. Están analizando qué cambios deben realizarse en el negocio frente a la urgencia de una acción climática verdadera y transparente. Estas son aún muy pocas en el mercado peruano y casi todas con matriz extranjera.

También están las empresas que han dado algún paso frente a la gestión climática. Miden su huella de carbono y/o su huella hídrica e incluso compensan sus emisiones o parte de ellas. Ya empezaron a hacer algunos cambios, pero aún no tienen planes de reducción ni metas a corto, mediano y largo plazo. Varias de este grupo de compañías, esperan una obligación o reconocimiento de parte del Estado o del mercado para actuar y transparentar su gestión climática.

Luego están las otras. Aquellas que miran solo el corto plazo o creen que no están aún en el momento de actuar frente a estos temas.

«A2G ha sido la única empresa que ha calculado las huellas de carbono de Perú a través de los Inventarios Nacionales de GEI para su reporte ante Naciones Unidas»

¿Y qué sucederá con estas empresas que aún no asumen un compromiso ambiental?

Aún hay empresas que no toman conciencia de este compromiso y siguen pensando que no es el tiempo de prestarle atención a temas como los riesgos climáticos para su negocio. Desconocen la forma como el cambio climático afectará su negocio y consideran que es poco lo que ellas pueden hacer para contribuir. Estas son indiferentes y piensan en el corto plazo. No ven el vínculo de lo que hacen, con lo que está pasando en el planeta, y no sienten que deben hacer algo. Estas empresas, aquí en el Perú o en cualquier otro lado del mundo, si no cambian se extinguirán.

¿Qué importancia tiene que un sector como el privado asuma los desafíos ambientales?

 La participación del sector privado es esencial para que las generaciones futuras puedan disfrutar de los recursos del planeta de los que gozamos ahora nosotros. Solo nos queda una pequeña ventana de oportunidad para frenar el calentamiento global y el cambio climático cada vez más intenso. Y esto depende en gran medida del sector privado.

No será raro ver que muchas cosas que hoy aún son de carácter voluntario, en los próximos años se conviertan en una obligación, tanto a través de normativa nacional e internacional, como por reglas de los propios mercados. Impuestos al carbono y sistemas de transacción de emisiones ya están en pleno desarrollo en otros países.

Asegurar el financiamiento necesario para cumplir con las metas de reducción es una responsabilidad de cada país. Conseguir los 32 mil millones de dólares necesarios para financiar las medidas de mitigación en el Perú deben venir de alguna parte y no solo dependen del Estado y la ayuda de la cooperación internacional. Esto no es una posibilidad.

Aquí, es el sector privado quien tendrá un rol importante en los próximos años. Las empresas apostarán, cada vez más, por descarbonizarse y hacer frente a los riesgos derivados del cambio climático y sus efectos porque serán afectadas. Por otro lado, los mercados y las disposiciones legales y reglas contables y tributarias también están migrando hacia la promoción de una economía baja en carbono.

Desde A2G, ¿de qué manera acompañan a las organizaciones en estas tareas?

 A2G es una sociedad BIC. Por ello, buscamos un impacto positivo al ambiente y a la sociedad con cada consultoría y proyecto que desarrollamos. Esta conciencia se ve reflejada en los variados servicios que hoy ofrecemos, que van desde talleres de capacitación en temas diversos; cálculos de huellas ambientales como la huella de carbono, huella hídrica y huella de plástico; procesos de neutralidad climática de eventos y productos; aplicativos y plataformas de cálculo de huellas de carbono y huellas hídricas; análisis de ciclo de vida de productos; desarrollo del precio interno del carbono para empresas; identificación de riesgos físicos y de transición derivados del cambio climático; y proyecciones de emisiones para futuros proyectos.

Últimamente hemos venido acompañando a varios de nuestros clientes en su planeamiento corporativo para la reducción de emisiones y su eventual descarbonización y también en sus reportes financieros ASG. En el sector forestal realizamos medición de carbono y cálculo de remociones en proyectos forestales y brindamos asesoría y acompañamiento para generar, registrar, verificar y negociar créditos de carbono. Y a nuestros clientes del sector financiero los venimos acompañando en determinar la carbono-intensidad y los riesgos financieros derivados del cambio climático de sus portafolios, así como a promover las finanzas sostenibles desde el Programa de Inversión Responsable (PIR) donde A2G es socio fundador.

¿Qué hitos, resultados o reconocimientos podría resaltar a lo largo de los años de actividad de A2G en el tema?

Además de haber empezado brindando el servicio de huellas ambientales en el Perú y ser una de las primeras en Latinoamérica, A2G ha sido la única empresa que ha calculado las huellas de carbono de Perú a través de los Inventarios Nacionales de GEI para su reporte ante Naciones Unidas. Asimismo, ha llevado a cabo el cálculo de emisiones y la neutralidad climática de los principales eventos realizados en el país como son las diferentes cumbres, la COP20, Perumin y hasta los Panamericanos.

Por otro lado, A2G junto con la Bolsa de Valores y el Grupo Sura creó en el 2016 la Asociación para la Promoción de la Inversión Responsable y Sostenible que promueve la incorporación de las variables ASG para la toma de decisiones de inversión. Hoy en día, este programa cuenta con 19 de las instituciones financieras más relevantes del país; entre las cuales están las principales AFP, compañías de seguros, fondos de inversión, banca de desarrollo, entre otros importantes actores financieros. Desde este espacio, A2G viene desarrollando metodologías para incorporar en las empresas las recomendaciones del TCFD para el reporte y divulgación de los riesgos derivados del cambio climático en los reportes financieros.

Finalmente, ¿qué expectativas o proyectos tienen desde A2G para el corto o mediano plazo en sus actividades para seguir impulsando el avance en el tema?

Huella de Carbono 2.0 se refiere al compromiso que buscamos para que las empresas ya no solo midan su huella corporativa. Es urgente que la gestionen para reducir sus emisiones GEI y logren descarbonizarse al 2050. Esa es la nueva meta empresarial.

Pero Huella de Carbono 2.0 también hace alusión a la incorporación de la tecnología para hacer este tipo de cálculos. Y para ello A2G, con toda su experiencia de estos 15 años, ha creado la herramienta MétriCO2, una plataforma de cálculo y gestión de emisiones corporativas aterrizada a Perú y sus factores de emisión. Con ello buscamos democratizar los servicios de cálculo y gestión de las emisiones corporativas haciéndolos más simples y permitiendo, además de mejorar la información para su reporte ante Huella de Carbono Perú, capacitar a sus propios equipos para que puedan calcular sus propias huellas. Esto producirá una aceleración en cuanto al número de empresas que puedan conocer sus emisiones y así poder gestionarlas y reducirlas







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