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Por: Carla Sánchez, jefe de Sustentabilidad de Natura.
La Amazonia, ese exuberante y vasto territorio que alberga una increíble diversidad de flora y fauna, enfrenta actualmente grandes desafíos. La deforestación, la explotación ilegal de recursos naturales y el cambio climático ponen en riesgo la supervivencia de este ecosistema vital para nuestro planeta. Ante esta realidad, es imprescindible que todos los actores de la sociedad unan esfuerzos que capitalicen acciones a favor de su conservación es ahí que la empresa privada debe jugar un papel activo y responsable en la preservación de esta invaluable región.
Este ecosistema es mucho más que una fuente de biodiversidad. También es hogar de comunidades indígenas y locales que dependen de sus recursos naturales para subsistir. La deforestación y la explotación indiscriminada amenazan sus modos de vida, su cultura y su conexión ancestral con la naturaleza. Es momento que todos reconozcan la importancia de la Amazonia y se comprometan a protegerla, no solo por su valor ambiental, sino también por su valor social y humano.
En este contexto, desde Natura hemos asumido el desafío de preservar la Amazonia a través de nuestra causa Amazonia Viva. Mediante alianzas estratégicas con comunidades amazónicas y proyectos de reforestación, buscamos conservar la biodiversidad y salvaguardar los conocimientos tradicionales de sus habitantes. Sin embargo, esta tarea no puede ser llevada a cabo por una sola empresa.
La empresa privada, dentro de su alcance puede adoptar prácticas sustentables, que minimicen su impacto ambiental y que promuevan el desarrollo de las comunidades locales. Es interesante mirar las oportunidades de la inversión en proyectos de conservación, la promoción de la economía verde y la implementación de cadenas de suministro responsables son algunas de las acciones que pueden marcar la diferencia.
Los diferentes actores que se comprometen con la preservación de este invaluable ecosistema contribuyen a la mitigación del cambio climático, al fortalecimiento de la biodiversidad y al bienestar de las comunidades locales.
Es momento de actuar y asumir la responsabilidad que nos corresponde como empresa privada. La amazonia nos protege; Hoy, ella nos necesita y merece ser protegida por cada uno de nosotros.
