La producción industrial de una pasta dental puede requerir entre 80 y 120 litros de agua, de acuerdo con diversos estudios. Además, cada año se desechan en todo el mundo miles de millones de tubos de pasta dental fabricados con plástico, los cuales no son reciclables y tardan aproximadamente 500 años en descomponerse. Para reducir el impacto ambiental en los procesos de fabricación y comercialización de este producto básico, un equipo de científicos de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) ha desarrollado un dentífrico en forma de comprimido cuya formulación es libre de agua y utiliza el aceite esencial de muña como principal activo antimicrobiano.
Por este innovador producto, sus inventores obtuvieron la medalla de oro en la Exposición Internacional de Invenciones de Mujeres de Corea (KIWIE), desarrollada del 20 al 22 de junio de 2024 en Corea del Sur. Este evento anual es desarrollado por la Asociación de Mujeres Inventoras de Corea del Sur (KWIA), respaldada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), con la finalidad de fomentar el interés de las mujeres en actividades de invención y desarrollo de nuevas tecnologías.
Los ingredientes del dentífrico son: aceite esencial de minthostachys mollis (muña), que tiene propiedades antimicrobianas; clorofila como colorante natural; detergente sin agua (anhidro); y edulcorante natural obtenido de la hoja de stevia para reducir el sabor amargo de la muña. En su proceso de fabricación, todo ello se mezcla mediante el método de compactación gracias a una máquina tableteadora, que consta de una matriz, punzones móviles (inferior y superior) y un bloque de acero cilíndrico perforado por uno o más agujeros cilíndricos verticales.
Para aplicar el dentífrico hecho en el Perú en forma de comprimido, el usuario debe introducir una tableta en su boca, masticarla durante unos segundos, cepillarse los dientes suavemente y, finalmente, enjaguarse la boca con abundante agua. Los beneficios a nivel cosmético. «Te deja hasta 40 minutos la sensación de frescura, algo que no logras con un enjuague bucal ni con una pasta convencional», de acuerdo con la magíster Juana Patricia Lozada Huancachoque, directora del Centro de Investigación, Tecnología e Innovación Cosmética (CITIC) de la USIL
Hasta la fecha, las pruebas de laboratorio se han realizado exitosamente en las instalaciones del CITIC con la participación de 25 personas voluntarias que, entre otros requisitos, debían tener una buena salud. Para medir su eficacia antibacteriana, el invento peruano fue enviado a una reconocida empresa con sede en Sao Paulo, Brasil, conocido como el principal mercado farmacéutico de América Latina. Allí será sometido a pruebas químicas que tendrán como principal referencia a una pasta dental de una marca líder del mercado internacional.
Recientemente, el equipo de investigación del CITIC ha establecido una alianza con Medifarma, una de las cadenas de boticas líderes del Perú, con miras a evaluar una posible producción industrial y comercialización de su dentífrico. En opinión de la especialista, esta idea es viable debido, principalmente, al alto nivel de madurez tecnológica del invento, y la producción sostenible y estandarizada del aceite de muña en el sector industrial peruano.
Desde un enfoque social y económico, la producción industrial del comprimido, según la experta, podría contribuir a revalorar la biodiversidad y riqueza del Perú, elevando las cifras de consumo de la muña y otros productos naturales, al tiempo que estimula la actividad agrícola mediante la cosecha y producción de esta planta arbustiva en diferentes regiones del país.
¿Cuáles son los desafíos del proyecto?
Uno de los mayores desafíos para la elaboración del dentífrico fue conservar su forma de comprimido con una buena estabilidad de la fórmula química. «Tú puedes hacer una buena fórmula el primer día, pero luego de algunas semanas se te puede separar, poner rancia o cambiar de color. Hacer una forma de comprimido supone un desafío al mantener la forma de la tableta y asegurar que no sea higroscópico (capacidad de un material o sustancia para absorber la humedad del entorno), considerando que Lima es una ciudad con altos niveles de humedad», explicó Lozada.
Para superar este desafío, los investigadores ensayaron diferentes mezclas que otorgarán dureza y realizaron estudios de estabilidad del comprimido durante seis meses como parte de su caracterización farmacéutica, que abarcó la observación y el consumo diario de tabletas para evaluar el comportamiento del material activo en diversas condiciones.
A largo plazo, el equipo de investigación del CITIC planea generar más alianzas estratégicas con instituciones científicas o empresas farmacéuticas líderes a nivel nacional con el objetivo de optimizar su investigación y el desarrollo industrial de su producto.