Perú presentó avances en REDD+, fortalecimiento institucional y proyectos que reconocen el rol indígena en la protección de millones de hectáreas de bosque, posicionando al país como referente en soluciones climáticas basadas en la naturaleza.
Perú presentó avances en REDD+, fortalecimiento institucional y proyectos que reconocen el rol indígena en la protección de millones de hectáreas de bosque, posicionando al país como referente en soluciones climáticas basadas en la naturaleza.

Por Stakeholders

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El modelo peruano de conservación de bosques amazónicos captó miradas en la COP30, realizada en Belém do Pará, por su enfoque, que coloca a las comunidades indígenas en el centro de la acción climática. La propuesta, impulsada por el Ministerio del Ambiente, combina monitoreo moderno, gobernanza territorial y prácticas ancestrales para enfrentar la deforestación y fortalecer la resiliencia de los ecosistemas amazónicos.

Durante la presentación en el Pabellón Perú Resilience Hub, especialistas destacaron que este esquema no solo protege millones de hectáreas de bosque, sino que también genera beneficios directos para los pueblos indígenas, posicionando al país como uno de los líderes amazónicos en la implementación de mecanismos como REDD+. El modelo fue analizado como una herramienta clave para acelerar la acción climática y reducir emisiones en la región.

La Amazonía peruana como prioridad climática

Cristina Rodríguez Valladares, directora general de Cambio Climático y Desertificación del Minam, recordó que la protección de los bosques es un pilar nacional.

“Perú es el cuarto país tropical con más bosques del mundo. Más de 68 millones de hectáreas cubren el 57 % del territorio. Cuidarlos es una urgencia climática y una oportunidad de desarrollo”, señaló.

El país alberga 51 pueblos indígenas que administran más de 18 millones de hectáreas de bosques y actúan como primera línea frente a los desafíos ambientales.

Modelos como REDD+ les permiten acceder a beneficios concretos por la conservación histórica que han realizado durante generaciones.

En la sesión se destacó que Perú se ha convertido en uno de los países amazónicos con mayor solidez técnica para implementar REDD+.

Entre los avances figuran el monitoreo satelital de bosques, salvaguardas sociales y ambientales, medición de emisiones y el Registro Nacional de Medidas de Mitigación (Renami), herramienta clave para reportar y dar seguimiento a acciones de reducción de emisiones.

Uno de los hitos más relevantes es el Programa REDD+ Indígena Jurisdiccional, que reconoce el rol de las organizaciones indígenas en la conservación de 7 millones de hectáreas. Este esfuerzo contribuye directamente a la meta climática nacional: no superar los 179 millones de toneladas de CO₂ equivalente para 2035.

Debate internacional sobre desafíos y proyecciones

El panel de discusión reunió a representantes de la FAO, PNUMA, la Embajada de Noruega, organizaciones indígenas y Conservación Internacional Perú.

Los especialistas coincidieron en que fortalecer la gobernanza territorial, asegurar financiamiento sostenible y ampliar mecanismos de beneficio directo para las comunidades serán clave para consolidar el enfoque REDD+ en la región.

El modelo peruano, resaltaron, demuestra que la acción climática es más efectiva cuando integra ciencia, innovación y el conocimiento ancestral de quienes han cuidado la Amazonía por siglos.

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