En los últimos años, las redes sociales, especialmente Instagram, han cobrado mucha fuerza a nivel mundial. Son una herramienta poderosa con la que cualquier persona, agente o entidad pueden llegar a su público de una forma más rápida, directa y sencilla. Esta particularidad puede contribuir a generar conciencia de un modo visualmente atractivo y con mayor potencial en todos los campos, también en el activismo ambiental, una temática creciente a medida que aumenta la conciencia social.
Un grupo de investigadores liderado por expertas de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) han analizado las narrativas visuales emergentes para concienciar sobre los retos ambientales y climáticos en Instagram. «El objetivo de este trabajo es definir y encontrar esos rasgos distintivos desde un punto de vista comunicacional de perfiles y cuentas de Instagram dedicadas a comunicar este tipo de problemas», detalla Gemma San Cornelio, investigadora del grupo MEDIACCIONS.
Se han analizado nuevas formas de comunicar las cuestiones vinculadas con el cambio climático, la crisis climática en el ámbito general, las distintas formas de comunicar estos contenidos y el modo de lograr un mayor alcance e implicación por parte de la audiencia. Todo ello, mediante un enfoque metodológico cualitativo en sesenta cuentas de Instagram, con cerca de trescientas publicaciones y entrevistas a perfiles de usuarios.
«Esta forma de comunicación es diferente a otras formas previas de comunicación medioambiental que habían sido dirigidas por los medios de comunicación de masas, como los medios tradicionales o incluso los digitales liderados por corporaciones e instituciones mediáticas. Estos mensajes están liderados por los usuarios y sus seguidores, lo cual es muy importante, según la dimensión de la comunidad a la que quieren llegar y convencer de estas cuestiones ambientales, al implicarlos en el proceso de cambio, en que tomen parte y pasen a la acción», señala la experta.
Nuevos modelos de comunicación y sus narrativas
En cuanto a los nuevos modelos de comunicación y sus narrativas, los mensajes que tienen un mayor impacto en las redes sociales son aquellos que buscan un tono positivo, que ponen su énfasis en encontrar elementos que provoquen una emocionalidad positiva. Por ejemplo, aquellas publicaciones de Instagram que muestran imágenes de diferentes entornos que emocionan al conectar con la naturaleza.
Por otro lado, otra característica que tienen estos mensajes es que suelen animar a la acción, evocando una motivación en relación a un problema ambiental concreto desde un punto de vista personal. De este manera, intentan diferenciarse de las tradicionales imágenes catastrofistas o negativas para evitar crear sentimientos de culpa en su comunidad al tiempo que los invitan a movilizarse en un sentido positivo.
Estos son unos rasgos comunes que se muestran en las publicaciones, ya sea en el uso de imágenes, en los relatos en primera persona, los logros, los memes, los contenidos humorísticos u otros elementos de la cultura destinados a promulgar la
Enfoques innovadores de activismo ambiental
Las expertas consideran que para lograr un mayor impacto social es fundamental construir narrativas sobre aspectos climáticos y ambientales mediante nuevas narrativas y nuevos medios para llegar más allá de donde llegan los científicos y legisladores. En este sentido, los perfiles ecoinfluencers y activistas medioambientales pueden aportar otro enfoque para abordar los retos climáticos y ambientales.
En conclusión, estas nuevas narrativas muestran un cambio cultural en las estrategias de comunicación, dando un enfoque novedoso para movilizar al público hacia el compromiso ambiental.
«El perfil ecoinfluencer activista medioambiental en Instagram tiene unos objetivos muy claros, que son concienciar sobre la causa medioambiental, informar, educar y también llegar al máximo número de personas posible, como he dicho antes, para que se sientan capaces de hacer mínimamente algo. La idea de que hacer un poco es importante y que mucha gente haciendo un poquito de su parte es importante, pues, forma parte de su narrativa también y de sus objetivos», finaliza la autora.