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David Saettone, presidente de Bosques Amazónicos BAM, y Jorge Cantuarias, fundador y gerente general de Bosques Amazónicos BAM, conversaron con Stakeholders sobre los proyectos que ha venido desarrollando esta empresa forestal para conservar los ecosistemas de la Amazonía peruana e impulsar el desarrollo del mercado de créditos de carbono en el Perú.

POR DAVID RODRÍGUEZ ANDARA
drodriguez@stakeholders.com.pe

Con la firme misión de financiar la conservación de los ecosistemas amazónicos y la restauración de tierras degradadas en el país, Bosques Amazónicos (BAM) se ha convertido en la empresa forestal con mayor experiencia y escala de la Amazonía peruana, gracias a la inversión en plantaciones forestales comerciales y la venta de créditos de carbono.

Como explica Jorge Cantuarias, fundador y gerente general de BAM, la idea de fundar esta empresa surgió a finales de los años 90, en una época en la que empezaban a aparecer grandes áreas de tierras deforestadas y la actividad forestal equivalía a extraer todo árbol de valor comercial sin control alguno ni visión a largo plazo.

“En ese entonces pensamos que era el momento de cambiar esta situación, ocasionada principalmente por la agricultura migratoria y la ganadería extensiva, actividades fomentadas por las mismas leyes que otorgaban títulos de propiedad a quienes destruían los bosques. Esto generaba un círculo de devastación de la selva amazónica peruana que era necesario comenzar a revertir”, comenta Cantuarias.

Así, bajo esta premisa, Bosques Amazónicos inició en 2004 su primer piloto en 20 hectáreas que habían sido fuertemente degradadas. El objetivo de este proyecto, que marcó el inicio de la empresa, era recuperar el valor económico de estas tierras mediante la siembra de especies forestales nativas de gran demanda comercial.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

“Para ello realizamos un análisis biofísico, con el que se determinó qué especies de árboles apreciados en el mercado podían prosperar en la zona. De esta manera trabajamos durante un tiempo, pero cuando quisimos avanzar más allá del proyecto inicial, nos encontramos con que la búsqueda de financiamiento a largo plazo no era una tarea fácil”, señala.

Como explica Cantuarias, para entonces no existían en el país fuentes de financiamiento que se adecuaran a este tipo de proyectos forestales, por lo que tuvieron que acudir a financistas internacionales. Así en 2006, Bosques Amazónicos obtuvo su primer financiamiento por 20 millones de dólares, sobre la venta a futuro de carbono proveniente del sector forestal.

“Con este monto pudimos sembrar nuestras primeras 1,000 hectáreas con especies forestales bajo un esquema intensivo y la empresa pudo poner en marcha una segunda etapa de mejoramiento genético de las especies nativas. De esta manera establecimos nuestro modelo de negocio basado en la sostenibilidad, que incluye el aspecto económico, el social y, por supuesto, el ambiental”, agrega.


Los pilares de un negocio sostenible

La capacidad para generar ingresos de corto plazo mediante la venta de créditos de carbono, junto al potencial de apreciación de capital que ofrece la reforestación en el largo plazo, son las ventajas que actualmente distinguen a Bosques Amazónicos (BAM) de otras empresas forestales.

“BAM ha logrado desarrollar un modelo con beneficios económicos que se sostienen en dos mecanismos importantes, como son la venta de créditos de carbono y la reforestación con especies comerciales. Son dos negocios diferentes que se complementan. Uno es a corto plazo y el otro a largo plazo, lo que brinda rentabilidad con menor volatilidad”, explica David Saettone, presidente de BAM.

Al respecto, indica que hoy la empresa cuenta con un modelo de negocio autosostenible, el cual está cimentado en tres pilares fundamentales: conservar, restaurar y financiar. A esto agrega que BAM genera valor para el bosque y sus inversionistas, promoviendo el desarrollo sostenible de las economías locales y contribuyendo a reducir los efectos del cambio climático.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

“En BAM sembramos especies de gran valor comercial, que son demandadas en el mercado internacional, y generamos créditos de carbono que se comercializan dentro y fuera del país. Nuestras plantaciones son sostenibles en el tiempo y al ayudar a la recuperación de los bosques, han permitido el regreso de la fauna a sus ecosistemas naturales”, subraya.

Además, resalta que las plantaciones forestales comerciales representan la industria del futuro, porque no sólo son ambientalmente responsables y dinámicas, sino también porque están ligadas al crecimiento poblacional, lo que representa una mayor demanda de madera a nivel global, sobre todo en momentos en los que la deforestación y tala ilegal se han ido reduciendo por considerarse actos ilegales.

“Esta demanda de madera debe ser cubierta por fuentes sostenibles y por plantaciones como las de BAM, donde los árboles absorben el CO2, generando un impacto ambiental positivo. Entonces, los activos forestales deben ser vistos como activos importantes de inversión, que hoy representan 100 mil millones de dólares en todo el mundo. Es un activo nuevo para el Perú, que tiene una ventaja competitiva por ser un país tropical donde las especies más valoradas por el mercado crecen en menos tiempo y éste es un factor muy valioso para cualquier inversión”, destaca.

Oportunidades para el desarrollo forestal

Saettone resalta que en Perú hay millones de hectáreas degradadas o subutilizadas por la agricultura migratoria y la ganadería extensiva que se pueden recuperar y revalorar con plantaciones forestales comerciales.

Sobre este punto, Cantuarias menciona existen increíbles oportunidades en el sector de desarrollo forestal, que hasta ahora ha sido relegado en un país como Perú que es 50% amazónico y en el que esta actividad económica no aporta ni el 1% del PIB.

“El sector forestal va a ser visto en el mundo de manera diferente, pues no se puede continuar destruyendo ecosistemas importantes para la salud del planeta. En este nuevo escenario hay que impulsar la reforestación y la restauración de bosques en el país para capturar el CO2”, añade.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

A su juicio, esta es una alternativa de desarrollo nacional que no se puede seguir postergando, más aún cuando el Perú tiene una ventaja competitiva para el establecimiento de plantaciones forestales ya que, como país tropical, puede generar grandes volúmenes de madera de calidad en períodos de tiempo relativamente cortos.

“Esto, en conjunto con las recientes mejoras en la legislación para diversificar la economía, configuran una extraordinaria oportunidad para desarrollar el sector forestal del país”, agrega.

Explica que el crecimiento de la población mundial y el desarrollo de la clase media en países como India y China seguirán incrementando la demanda por productos de madera, la cual deberá ser cubierta por fuentes sostenibles, como las plantaciones y concesiones privadas que se pueden desarrollar en el país.

Mayor demanda de créditos de carbono

En los últimos años, el cambio climático ha venido afectando a todos los países con grandes pérdidas económicas, por lo que es necesario mitigar esta situación limitando las emisiones de CO2 en el ambiente.

Al respecto, el gerente general de BAM asegura que 20% de las emisiones que ocasionan el efecto invernadero en el mundo son consecuencia de la deforestación, por lo que es necesario proteger más los bosques naturales.

“Por ello, la reforestación, que es uno de los pilares del negocio de BAM, se ha convertido en el mejor mecanismo de captura de CO2. Cuando un árbol crece hace fotosíntesis y, por lo tanto, captura CO2 que luego convierte en madera. De esta manera, a través de la reforestación se están capturando toneladas de CO2”, afirma.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

Explica que este proceso es el soporte de los llamados créditos de carbono que se comercializan en todo el mundo, y que están dirigidos principalmente a aquellas compañías que buscan compensar o reducir su huella de carbono a través de certificados emitidos por empresas forestales como BAM.

Sobre este punto, Saettone sostiene que el mercado de los créditos de carbono ha venido creciendo significativamente durante los últimos años, debido a la mayor conciencia global sobre el cambio climático, así como a las nuevas y más exigentes regulaciones sobre los niveles permitidos de emisiones de CO2 en la atmósfera.

Además, estima que la demanda de estos créditos seguirá creciendo a medida que se vayan implementando nuevas regulaciones, como el Sistema de compensación y reducción de emisiones de carbono para la aviación internacional (CORSIA).

“Si toda actividad económica genera una huella de carbono que produce gases de efecto invernadero en el ambiente, entonces las empresas deben revisar sus procesos para determinar cuáles son las actividades con mayor impacto negativo. Asimismo, pueden compensar su huella de carbono, adquiriendo créditos de carbono como los que ofrece BAM en el mercado, para así asegurarse de que su impacto sobre el ambiente sea cero”, comenta.

Indica que los créditos de carbono, además de revertir la creciente concentración de CO2 en la atmósfera, permiten vincular al mundo de las finanzas con el medio ambiente en una solución beneficiosa para ambas partes.


El exitoso proyecto REDD + Castañeros

Desde 2009, BAM viene trabajando en sociedad con 400 familias agrupadas en la Federación de Castañeros (FEPROCAMD), para así proteger 300,000 hectáreas de bosques de castaña ubicadas en Madre de Dios, considerada una de las regiones más biodiversas del mundo.

El gerente general de BAM señala que REDD+ Castañeros es uno de los programas que generan más créditos de carbono en el mundo, con 1.7 millones de créditos estándar VCS y CCB al año.

Además refiere que fue la primera iniciativa en ser validada y verificada a nivel mundial por el Voluntary Carbon Standard (VCS), conocido como el estándar de carbono voluntario más prestigioso a nivel mundial.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

“Gracias a este proyecto, BAM fue reconocida por el Ministerio del Ambiente con el Premio Antonio Brack al modelo de desarrollo más ecoeficiente del Perú en 2011. También, en 2019, el proyecto REDD+ Castañeros de BAM ganó el concurso internacional convocado por la Corporación Andina de Fomento (CAF) para compensar su huella histórica de carbono”, subraya.

Cantuarias afirma que, debido al prestigio obtenido con este importante proyecto, BAM mantiene acuerdos para la venta de sus créditos de carbono con los distribuidores más importantes del mundo, como First Climate, South Pole y Climate Partners, entre otros. Asimismo, cuenta con algunos clientes directos como: Qantas, LATAM, Natura, SURA, British Petroleum y la Corporación Andina de Fomento (CAF).

La valiosa experiencia del Fundo Campo Verde

Con 15 años de experiencia en el sector forestal, el modelo de reforestación de BAM en el Fundo Campo Verde, en Ucayali, ha sido reconocido a nivel internacional como una de las experiencias más exitosas en recuperación de áreas deforestadas.

El presidente de BAM explica que este bosque tiene 24,433 hectáreas con un valor actual de tasación de 45.4 millones de dólares, mientras que el valor del activo biológico de la plantación existente y el bosque secundario asciende a 43.2 millones de dólares. Además, se espera que la cosecha de la plantación de este bosque entre 2023 y 2029 genere ingresos netos anuales entre 4 a 6 millones de dólares.

El fundo además cuenta con 1,000 hectáreas de plantaciones forestales con especies nativas altamente valoradas a nivel internacional, con precios estables registrados por el International Tropical Timber Organization (ITTO).

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

“La ubicación estratégica de la propiedad de BAM, a solo 45 minutos de la ciudad de Pucallpa, permite lograr economías de escala, costos óptimos en transporte, así como fácil acceso a infraestructura y mano de obra calificada”, comenta.

Afirma que, gracias al Fundo Campo Verde, la FAO (organismo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) reconoció a BAM como la mejor empresa de restauración de áreas degradadas en 2015.

Salida a la bolsa

Para poder seguir creciendo como empresa, BAM realizó el pasado mes de julio la primera colocación de papeles comerciales verdes en el Mercado Alternativo de la Bolsa de Valores de Lima (MAV), por un monto de 3.5 millones de dólares.

“Tuvimos un proceso gradual para salir al mercado de valores, para lo cual la empresa se preparó estableciendo una política de gobierno corporativo y obteniendo una clasificación de riesgo de grado de inversión local”, explica el presidente de BAM.

Señala que estos papeles comerciales verdes están denominados en dólares, tienen un plazo de 360 días y cuentan con una clasificación de riesgo de CP-2 otorgada por Pacific Credit Rating (PCR), la cual corresponde a emisiones con certeza en el pago oportuno.

“Hemos iniciado con esta primera colocación de papeles comerciales por 3.5 millones de dólares por un año, que van a destinarse a la financiación de proyectos de carbono y capital de la empresa. Estas emisiones están dirigidas a inversionistas institucionales y clientes privados”, asegura.

Como indica Saettone, el siguiente paso será la emisión de bonos a más largo plazo, dirigidos principalmente a compañías de seguros que buscan instrumentos atractivos para su portafolio de inversión, así como familias con hijos en edad escolar y personas independientes que quieren hacer un plan de jubilación.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

“Decidimos salir al mercado con instrumentos alternativos de inversión a corto y largo plazo. En una coyuntura donde el sistema financiero tradicional ofrece bajos rendimientos, los papeles comerciales de BAM constituyen una excelente oportunidad para ayudar a combatir el cambio climático y obtener una mayor rentabilidad por el dinero”, afirma.

Al respecto, señala que la rentabilidad de las plantaciones forestales es superior a la de las acciones tradicionales y además tienen menos volatilidad.

Resalta que la expectativa de rentabilidad de este tipo de instrumento financiero se ubica entre 8 y 10% al año, lo que lo hace muy interesante a largo plazo, sobre todo porque no está correlacionado con los vaivenes tradicionales del mercado financiero.

“Es una inversión valiosa para manejo de carteras de negocios que buscan una mejor rentabilidad en el tiempo y mayor estabilidad, que muchas veces no dan las acciones y bonos tradicionales que ahora se han visto afectados por la crisis del COVID-19. Además, es un instrumento de renta fija respaldado en los mismos bosques, pues un árbol siempre va a seguir creciendo a pesar de cualquier crisis que se pueda presentar”, puntualiza.

PROYECTO ECOTURÍSTICO

BAM empezó un novedoso proyecto ecoturístico para dar a conocer la diversidad natural que albergan los bosques de Ucayali y para mostrar que es posible restaurar ecosistemas naturales y generar valor a través de prácticas sostenibles como la reforestación, la acuicultura y la investigación científica.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

De esta manera, se estableció un circuito altamente atractivo, donde el famoso Río Hirviente, el delta del río Manantay y los bosques de su propiedad se unen a programas de rescate de fauna silvestre y educación ambiental para crear un círculo virtuoso que permita financiar la sostenibilidad y asegurar la conservación de estos ecosistemas.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust

LOS LOGROS EN EL CAMPO CIENTÍFICO FORESTAL

En un país como el Perú, con un incipiente desarrollo en el área forestal, contar con plantaciones de especies nativas con más de 10 años de edad como las que posee BAM es un activo de valor incalculable.

Así lo considera Walter Wust, director y líder del Programa de Ciencia de Bosques Amazónicos, quien señala que a lo largo de este tiempo, el equipo forestal de BAM ha logrado una experiencia de tremendo valor que lo coloca a la vanguardia del sector forestal en el país.

“Comprender qué especies son las idóneas para cada tipo de suelo, qué requerimientos nutricionales demanda una plantación saludable, manejar eficientemente las plagas con controladores naturales y lograr la restauración de ecosistemas que habían sido completamente degradados, son solo algunos de los activos en el campo científico forestal que hacen de BAM la empresa líder en el sector y la sitúan en una posición privilegiada de cara al futuro de esta actividad”, comenta.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust


Afirma que el futuro de las plantaciones forestales pasa por el proceso de la clonación y que, gracias a la experiencia de la empresa de más de una década en plantaciones, cuentan con un stock de árboles enorme.

“A través de una cuidadosa selección, hemos escogido los mejores ejemplares de diversas procedencias hasta consolidar un plantel de árboles plus -aquellos que crecen más rápido, a mayor altura, más sanos y con mejor madera- que serán la base de nuestras plantaciones futuras”, agrega.

Indica que, con la puesta en marcha del vivero clonal, desarrollado en coordinación con el Instituto Tecnológico de Costa Rica y dirigido a la producción un millón de árboles anuales de calidad superior, BAM incrementará el rendimiento de sus plantaciones en cerca de 30%, además de poner a disposición del sector forestal plantones de calidad óptima. A su juicio, es tiempo de colocar al sector forestal peruano a la altura de los desafíos del futuro.

Crédito fotográfico: Walter H. Wust


“Para conservar debemos entender cómo funcionan los ecosistemas y qué especies y comunidades naturales son vitales en la estructura de un bosque. A través de un continuo trabajo plasmado en su Plan de Ciencia, BAM busca profundizar su entendimiento de la biodiversidad amazónica y desarrollar proyectos que permitan aprovechar de manera sostenible el bosque amazónico, maximizando sus beneficios sin romper el equilibrio natural y creando conciencia sobre la importancia de su conservación”, destaca.

Para ello, Wust asegura que la empresa ha establecido alianzas con instituciones científicas de primer nivel y evalúa permanentemente los bosques de su propiedad, involucrando a profesionales peruanos en un proceso que lleva una década y en el que más 2,000 estudiantes de todo el mundo han sido beneficiados.







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