Investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang crearon un bloqueador solar ecológico hecho de polen de flores, el cual no contamina el ecosistema marino.

Un equipo de científicos en Singapur desarrolló un innovador bloqueador solar a base de polen de camelia que protege la piel sin afectar los ecosistemas marinos.
Un equipo de científicos en Singapur desarrolló un innovador bloqueador solar a base de polen de camelia que protege la piel sin afectar los ecosistemas marinos.

Por Stakeholders

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Cuando aplicas bloqueador solar antes de nadar, una parte inevitablemente termina en el mar. Cada año, miles de toneladas de estos productos llegan a océanos y liberan químicos que afectan gravemente a los corales, los erizos de mar y otras especies marinas. El impacto ha sido tan serio que destinos turísticos como Hawái y Aruba han prohibido el uso de ciertos productos.

Frente a esta problemática ambiental, científicos de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU) en Singapur desarrollaron un bloqueador solar hecho de polen de flores de camelia que promete una alternativa más segura. Este innovador protector no contiene filtros químicos ni minerales y, además de proteger la piel de los rayos UV, no daña los ecosistemas marinos y ayuda a mantener una sensación de frescura bajo el sol.

¿Cómo se creó el protector solar a base de polen de flores de camelia?

«Nos inspiramos en la resiliencia natural de los granos de polen, que ha evolucionado durante millones de años para proteger el material genético de las plantas de la intensa radiación UV y el estrés ambiental», explicó Nam-Joon Cho, profesor y titular de la Cátedra Presidencial de Ciencia e Ingeniería de Materiales de la NTU.

El equipo desarrolló una fórmula en microgel a partir de las partes internas del polen, la cual se aplica como una capa ultrafina sobre la piel. Este nuevo tipo de bloqueador no solo protege contra los rayos UV, sino que mantiene la piel más fresca, gracias a su capacidad para bloquear la luz ultravioleta sin absorber la luz visible ni infrarroja.

«Dado que esas longitudes de onda transportan la mayor parte del calor solar, se atrapa menos energía y se convierte en calor en la piel. Como resultado, la piel se mantiene más fresca en comparación con otros protectores solares comerciales», precisó Cho.

Los investigadores probaron también una versión con polen de girasol, que ofreció protección UV, aunque con menor eficacia. En pruebas de laboratorio, el bloqueador de polen de camelia alcanzó un FPS aproximado de 30, nivel comparable al de los protectores minerales convencionales.

En experimentos con corales, los resultados fueron aún más reveladores: los protectores solares comerciales causaron blanqueamiento en dos días y muerte coralina en seis, mientras que el protector solar con polen no causó daño alguno durante 60 días. “Usar polen, que ya es un componente natural de los ciclos ecológicos, nos permitió diseñar teniendo en cuenta la seguridad ambiental”, agregó Cho.

El protector solar de polen no presenta riesgos de alergia ni nanopartículas

El nuevo protector solar no contiene nanopartículas de dióxido de titanio ni óxido de zinc, comunes en los protectores minerales y asociados a riesgos de inhalación y seguridad. Además, aunque el polen puede causar alergias en su forma natural, el polen de camelia utilizado es no alergénico, y su procesamiento elimina las proteínas responsables de esas reacciones.

Actualmente, los investigadores buscan mejorar la duración y la resistencia al agua del producto, así como explorar nuevas aplicaciones del polen, desde la administración de fármacos hasta la protección de alimentos. “La visión más amplia es crear una cartera de materiales ecológicos de inspiración biológica que puedan reemplazar los productos petroquímicos en la vida cotidiana”, señaló Cho.

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