El Perú registró más de 748 millones de intentos de ciberataques en el primer semestre de 2025, según el FortiGuard Labs Threat Landscape Report, ubicándose entre los países más atacados de Sudamérica.
Expertos advierten que, pese a contar con leyes y políticas en ciberseguridad, el reto está en fortalecer la cultura digital y la protección industrial, adoptando modelos como DevSecOps para integrar la seguridad desde el diseño hasta la operación.
Ciberataques en Perú superan los 748 millones en el primer semestre
El incremento refleja una amenaza creciente en medio del proceso de digitalización del país y plantea la necesidad de reforzar la protección de la infraestructura crítica nacional.
A pesar de contar con un marco regulatorio —como la Ley N.º 30096 de Delitos Informáticos y la Política Nacional de Ciberseguridad, impulsada por la Presidencia del Consejo de Ministros—, los especialistas advierten que el mayor desafío sigue siendo cultural y técnico.
“Se requiere fortalecer la capacitación, la cooperación público-privada y una estrategia de seguridad integral que abarque tanto las redes informáticas como los sistemas industriales”, señalan desde el sector tecnológico a Business Empresarial.
Un informe de EY también advierte que la ciberseguridad continúa entre los tres principales riesgos para la minería y los metales en América Latina, evidenciando la vulnerabilidad de los sistemas industriales y tecnológicos en sectores estratégicos del país.
En este contexto, la protección de la Tecnología Operativa (OT) —es decir, los sistemas que controlan procesos industriales— se convierte en una prioridad.
“Las empresas enfrentan el miedo de exponer sus redes a posibles ataques cuando implementan nuevas soluciones digitales”, explica Andrés Jiménez, Information Technology Manager Zona Andina en Schneider Electric.
“Por eso, el modelo DevSecOps cobra tanta relevancia, ya que permite integrar la seguridad desde el inicio con procesos de escaneo de vulnerabilidades y validaciones continuas, reduciendo riesgos y generando confianza en la adopción de tecnologías emergentes”.
Jiménez subraya que el primer paso para protegerse es realizar un diagnóstico de las redes internas. “Lo fundamental es generar conciencia. Cuando una empresa decide evaluar su situación real, se hace evidente dónde están las brechas de seguridad. A partir de ese diagnóstico pueden definir los pasos a seguir con su proveedor de confianza”, sostiene el ejecutivo.
La tendencia, según los expertos, apunta hacia modelos de seguridad integral basados en inteligencia artificial, analítica avanzada y automatización, que no solo previenen ataques, sino que también permiten responder con rapidez ante cualquier vulnerabilidad.
“La seguridad digital ya no es un complemento, sino un habilitador indispensable para el futuro de la infraestructura crítica en Perú”, concluye Jiménez.









