Por Stakeholders
Lectura de:
Las mujeres mayores de 55 años, tienen un estilo de vida más sostenible que las mujeres de la generación millennial, así lo reveló el primer estudio Monitor de Consumo Sostenible en España.
Las damas mayores son las que en mayor proporción separan los residuos en el hogar, las que más ahorran agua y energía, las que optan por envases biodegradables y las que más reutilizan los productos.
A comparación de las mujeres senior, los jóvenes sólo adoptan tres comportamientos sostenibles: la movilidad sostenible, la compra de segunda mano y la adopción de la dieta vegana.
Además, estas mujeres expresan con frecuencia sentirse comprometidas, satisfechas y orgullosas con la sostenibilidad. A diferencia de los jóvenes, en especial los varones, que manifiestan sentirse enfadados o disgustados cuando se les pregunta por la sostenibilidad.
¿Por qué las mujeres mayores prefieren la sostenibilidad?
Hay diversos motivos. En primer lugar, la orientación al cuidado. El consumo sostenible es una labor de cuidado y con más frecuencia estas tareas las realizan mujeres de esa generación.
Encuestas a mayores de 65 comprueban que esta población busca cuidar como propósito vital. Es aceptable pensar que para ellas preservar los recursos naturales es una muestra más de ese propósito de cuidado.
Según el estudio, en esa etapa de la vida se levanta con más fuerza la generatividad, ya que se comienza a pensar más en lo que se va a dejar al mundo.
Esta generatividad explica la generación de objetivos ligados al bien común, debido a que supone la conciencia de nutrir y acompañar a los que mañana serán adultos, y de conservar las instituciones y recursos que necesitan las siguientes generaciones para sobrevivir.
Tiempos de consumismo
A raíz de la socialización, esta generación sufrió etapas de mucha escasez o fue criada por padres que los vivieron, es por ello que se vieron en la necesidad de extender la vida de los recursos ya que reemplazarlos era costoso.
Estas prácticas fueron aplicadas desde la infancia, generando unos hábitos de austeridad que perduran hasta hoy. En cambio, los millennials han vivido en tiempos de consumismo y sobreabundancia de recursos. A pesar de ser la generación que ha crecido escuchando hablar de los problemas ambientales, sus hábitos de consumo son los menos sostenibles.
Para la generación sénior, tener estilos de vida sostenible es continuar con acciones que ya venían realizando en su juventud.
Ahora, la tarea pendiente es que estas generaciones consigan trasladar a las siguientes estas prácticas que contribuirían inmensamente con en el cuidado del planeta.
