Por Stakeholders

Lectura de:

Jaime Cámara

CEO de PetStar


En todo el mundo enfrentamos enormes retos ambientales, entre ellos, y uno de los más sonados, es el fenómeno de la contaminación en mares y ecosistemas por varios materiales, entre ellos el plástico. Cuando nos preguntamos qué hemos hecho mal, basta con voltear a nuestro alrededor para darnos cuenta de la mala disposición de los residuos y la falta de conciencia ambiental, la cual, combinada con sistemas ineficientes para su recolección y gestión, han causado que muchos materiales que podrían ser reciclados terminen en vertederos. En el peor de los casos, terminan afectando a los ecosistemas contaminando el suelo y el agua, perdiendo su valor original y con una alta posibilidad de llegar a los océanos. La grave problemática de la gestión de los residuos ha despertado la exigencia de la sociedad y la preocupación de los gobiernos por legislar al respecto. Dentro de las soluciones más efectivas resalta el migrar a una economía circular, como una opción real para mantener los materiales y los productos dentro de un círculo virtuoso que idealmente considere tres pilares fundamentales de sustentabilidad: la generación paralela de valor social, ambiental y económico. Se han lanzado distintas iniciativas para frenar la contaminación por plásticos en el océano y caminar hacia una economía circular, uno de los más representativos es el liderado por la Fundación Ellen MacArthur y la ONU Medio Ambiente, un acuerdo que busca frenar la contaminación por plásticos problemáticos e innecesarios, garantizando que el 100 % de los envases se puedan reutilizar, reciclar o compostar para el 2025.

En Perú, en esta misma línea, se produjo un hito para toda la región y la industria en abril de 2019. Coca-Cola Perú y Arca Continental Lindley presentaron la innovación en sus empaques con la botella de San Luis elaborada 100 % de botellas recicladas, como parte del camino hacia la economía circular, dándole un nuevo valor a las botellas de plástico para que no se conviertan en residuos. Esta nueva botella es totalmente reciclada y reciclable y, al terminar su ciclo de vida, se convierte nuevamente en otra botella.

Este hito se suma a otros programas también liderados por el sistema Coca-Cola en Perú.  Uno de ellos es el uso de un 25 % de plástico reciclado también en los envases de plástico de otros productos. Otro de los temas relevantes es la promoción de la retornabilidad en el país, que considera la reutilización de envases tanto de vidrio como de plástico, y los que constituyen aproximadamente el 35 % de las ventas de estas compañías.

A través de este tipo de iniciativas, se busca desarrollar alianzas entre diversos sectores para hacer una diferencia positiva, generando un diálogo alrededor de la reutilización y el reciclaje en Perú y promoviendo cambios en base a un compromiso real con el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible.







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