Andy Costa recorre la COP27 vestido de traje y portando un casco de bicicleta color verde fosforescente. ¿Para qué? El activista marfileño busca promover la movilidad sostenible. Él se ha convertido en el personaje más fotografiado, pues se ha juntado con los líderes más importantes del mundo, como el Presidente de Francia, Emmanuel Macro.
«Estoy allí como ciudadano del mundo, nuestro compromiso es proteger el medio ambiente y hacer incidencia política por la movilidad baja en carbono», publicó en redes sociales.
Costa tiene más de 10 años en el activismo. Ha conseguido grandes logros para su país, de acuerdo con una publicación del Foro Económico Mundial y Reuter.
En el 2020, generó que las autoridades de Abiyán, el mayor centro urbano de Costa de Marfil, le permitieran ayudar a planear ciclovías.
«Nuestro enfoque era Costa de Marfil, pero el objetivo es hacer que África y el continente sean ciclables», comentó el activista.
Cabe mencionar que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), África es el continente más mortal para ciclistas y peatones. Muchas ciudades carecen de pavimento y ciclovías.
Pequeños activistas
En medio del pabellón ‘Infancia y Juventud’, Licypriya Kangujam, una niña de 11 años, muestra su preocupación por el calentamiento global.
Ella es activista medioambiental desde los 7 años cuando fue a la conferencia de desastres naturales organizada por la ONU en Mongolia. En esta COP27 tiene la esperanza que se busquen políticas que ayuden a frenar el cambio climático y que exista un modelo de desarrollo donde prevalezca el respeto hacia las personas y la biodiversidad.
A esta lucha se le une Javier Vera, un adolescente colombiano de 13 años. Su activismo comenzó por el derecho de los animales, pero luego se expandió hacia horizontes más amplios.