La deforestación es uno de los más graves problemas ambientales, que viene exterminando gran parte de la Amazonía. Una reciente investigación del prestigioso diario británico The Guardian asegura que este delito ambiental está vinculado a reconocidas entidades financieras, a través de un complejo esquema de financiamiento.
De acuerdo con el informe, el Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo contribuyen a la destrucción de la Amazonía brasileña y quizá de otras selvas. Dichas entidades financieras compraron millones de dólares en bonos emitidos por empresas vinculadas a la deforestación y al acaparamiento de tierras.
La compra de bonos busca reducir el costo de los préstamos y se utilizaron durante la pandemia para impulsar las alicaídas economías. En el informe se menciona a Cargill, Inc., Archer-Daniels-Midland Company (ADM) y Bunge Ltd Financial Corp, tres de los mayores conglomerados de actividades económicas derivadas o ligadas a los productos del campo que operan en Brasil.
El análisis también señala que desde 2016, el Banco de Inglaterra también ha comprado una participación no revelada en un bono corporativo de £150 millones emitido por Cargill, Inc., y el Banco Central Europeo adquirió una cantidad, tampoco revelada, de deuda emitida por Bunge Finance Europe BV. Asimismo, en los dos últimos años, la Reserva Federal de EE.UU. compró un total combinado de $16 millones en bonos emitidos por ADM, Bunge Ltd Financial Corp y Cargill, Inc.
Ante esta investigación, la Reserva Federal expresó que había “terminado” su esquema de compra de bonos y que el Banco de Inglaterra comenzaría el mismo proceso. Resaltó que había adoptado la política como una medida única durante el 2020 para salvar empleos durante la pandemia por el Covid-19 y que no tenía planes de hacerlo nuevamente.
Por su parte, el Banco de Inglaterra señaló que había tomado las medidas necesarias para reducir los costos de endeudamiento para todas las empresas y recalcó que el apoyo brindado a Cargill era “un enfoque extremadamente limitado”. En tanto, el Banco Central Europeo declaró que “apunta a descarbonizar gradualmente sus tenencias de bonos corporativos, en un camino alineado con los objetivos del Acuerdo de París, de limitar la temperatura del planeta a 1.5 °C”.
A pesar de estas declaraciones, los bancos del Reino Unido y la UE han demostrado una negativa en publicar los valores de sus participaciones en las empresas.
Cabe mencionar que este informe se presenta en medio de la más grande destrucción de región amazónica y denuncias en torno a la poca o nula acción del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, para detener las prácticas ilegales de madereros, ganaderos y mineros ilegales actualmente activos.
Es preciso resaltar que durante el primer semestre del 2022, el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) informó que la Amazonía brasileña batió récord de deforestación con la pérdida de al menos 3.987 kilómetros de vegetación, lo que equivale a cinco veces el tamaño de la ciudad de Nueva York.