Derechos humanos - Educación
ODS 4: Una Mesa de Acción en Perú Sostenible para una educación de calidad
Mariana Rodríguez, presidenta de Empresarios por la Educación, habló sobre los objetivos, las proyecciones y las claves a trabajar para una educación de calidad en los próximos años en el país. Además, abordó el desarrollo de la Mesa de Acción en este tema.
Educación sin calidad, no es educación. Esta es un pilar fundamental en el desarrollo de un país en todos sus aspectos. Con una educación de calidad, queda claro que tendríamos profesionales y técnicos de primer nivel que estarían al frente de cargos públicos que dirigen el rumbo nacional. Sin una educación de calidad, es evidente la precariedad institucional a la que nos enfrentaríamos y, sobre todo, seríamos vulnerables a un flagelo tan destructivo como es la corrupción. La delicada actualidad es un reflejo.
En educación se ha venido trabajando desde años atrás y hay algunos avances materializados en cifras que vislumbran el esfuerzo por mejorar el sector. Por ejemplo, es rescatable el haber dado un aumento en el presupuesto del Producto Bruto Interno (PBI) destinado a educación pública y privada en el año de transición del 2012 al 2013 (2,9 % a 3,2 %); y, según data del Minedu, entre 2008 y 2017 el porcentaje del PBI creció del 2.7 % al 3.5 %. Se puede decir que también a nivel mundial se comparte esta primera visión optimista; ya que, según cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la matrícula a nivel primaria ha alcanzado el 91 % en los países en vías de desarrollo.
¿De qué trata la Mesa de Acción del ODS 4 en Perú Sostenible?
Aún hay mucho que trabajar por una mejor educación y es en este escenario que en Perú Sostenible, el encuentro más grande sostenibilidad del país, la Mesa de Acción del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 busca este fin a través distintas acciones. Mariana Rodríguez, presidenta de Empresarios por la Educación – ExE, habló acerca de este gran evento en el cual participará presidiendo esta Mesa que busca, entre otros objetivos, una articulación multisectorial de las organizaciones involucradas en el tema.
“La Mesa de Acción ODS4 tiene como objetivo el lograr un alineamiento de todos los actores del sector detrás de una estrategia clara con altas dosis de innovación. La participación del MINEDU y otros organismos del Estado nos ha permitido definir las prioridades para el desarrollo y ejecución de programas e iniciativas que apuntan a las metas del ODS4 para el 2021 y el 2030”, sostuvo Rodríguez.
Ella también resaltó la gran acogida que ha tenido la convocatoria por parte de las organizaciones de diversos sectores para participar en Perú Sostenible este 20 y 21 de agosto: “A la convocatoria que se llevó a cabo en febrero, acudieron 44 entidades del sector privado, 14 entidades del sector público, 6 entidades académicas y 6 entidades de la sociedad civil. En los últimos meses se han sumado nuevas entidades”.
Falta menos tiempo para que el Perú cumpla 200 años de independencia, razón por la que también es una prioridad llegar a esta fecha con un ascenso en educación. Esto no solamente en lo que refiere a la articulación institucional, sino también en metas específicas que evidencien este desarrollo. La especialista enumera ciertos puntos a tomar en cuenta regresiva frente al próximo Bicentenario de la República y que la Mesa de Acción tiene propuesta desarrollar.
El primero de ellos es disminuir las brechas en infraestructura calculadas en cerca de mil millones de soles. Segundo es lograr un progreso en habilidades y competencias en las escuelas; ya que, por ejemplo, el porcentaje de comprensión lectora en la población estudiantil aún es bajo. Tercero, desterrar la inequidad en el acceso a una educación de calidad en zonas rurales y de poblaciones vulnerables. Cuarto, preparar considerablemente a la juventud en habilidades técnicas y socio-emocionales para el empleo. Y el último, relacionado a las nuevas tecnologías, en las que los ciudadanos sean capaces de usar y crear estas para el bienestar nacional.
En síntesis: “Se espera actuar de manera alineada, estratégica y conjunta en los frentes de infraestructura, educación inicial y básica, educación rural e inclusión, formación para el trabajo y educación digital en todo el Perú”, señala Mariana Rodríguez.
El ODS 4 y su desarrollo en la región
De la lista de los 17 ODS, el cuarto de ellos es el que está referido a una educación de calidad a nivel mundial. Metas se han planteado respecto a ellos y fechas también; así, se prevé en la Agenda 2030 cumplir muchas de estas expectativas, más aún cuando este objetivo está muy relacionado al desarrollo sostenible. Por ejemplo, entre las finalidades se encuentra asegurar que todos los niños y las niñas accedan a culminar la educación primaria y secundaria a costo cero y en las mismas condiciones.
En Perú, respecto a este objetivo, como hemos mencionado líneas atrás, hay un cierto progreso que vale resaltar desde muchas aristas, pero a la vez estos redescubren lo poco que se trabajó en gobiernos anteriores esta necesidad. En ese sentido, aún hay mucho por hacer cuando decimos que, según información del Minedu, al 2017 solo el 38, 9 % de locales de educación básica tenían los servicios de agua, desagüe y electricidad. Entonces, ¿qué pasó con el más del 60%? Hasta hace dos años atrás, cuando el Fenómeno del Niño azotó el territorio nacional, el único problema no eran las consecuencias inmediatas de este desastre, sino también las traídas a lastre desde muchos años antes y que revelaron cómo venían estudiando muchos menores en sus colegios.
Pero, ¿cómo vamos en relación a este ODS4 a nivel local y regional?, Mariana Rodríguez nos brinda un bosquejo general y señala la falta de información en este acápite para un diagnóstico claro; sin embargo, en el Perú resalta un avance en relación a la plana docente.
“Lamentablemente la UNESCO presenta muy bajos niveles de reporte de los países de nuestra región. En promedio, solo el 30 % han presentado informes para cada indicador, lo cual no ayuda a hacer una comparación. En Perú, hemos logrado avances significativos, principalmente en acceso y fortalecimiento a las capacidades de los docentes: El porcentaje de matrícula en Perú es de 92.1% (INEI 2017) vs. 90% en la región”, sostuvo.
Mejorar y unir esfuerzos para conseguir los objetivos
La articulación entre organizaciones genera progresos en educación a grandes escalas y es clave para una mayor llegada a todos los estratos sociales. Existen programas como “Aliados por la Educación”, del Minedu, que busca trabajar de la mano con el sector privado en pos de una educación de calidad; sin embargo, hay puntos a mejorar para una mayor integración de estos a nivel nacional. La presidente de ExE explica mejor esta cuestión:
“En la actualidad, los programas y acciones de apoyo a la educación del sector privado son individuales, aislados, en base a las oportunidades de colaboración que se van presentando. Se duplican esfuerzos en algunas escuelas y en otras el apoyo no llega. En la mayoría de los casos de impacto alcanzado no es sostenible. No existe un registro unificado de las intervenciones”, enfatiza.
Por consiguiente, para poder avanzar en esta situación, la Mesa de Acción quiere fortalecer estos lazos entre los espacios. Tal fin es el propósito principal del grupo en Perú Sostenible. “Esperamos construir confianza entre el sector público y privado, desarrollar mejores mecanismos de articulación de las intervenciones, y crear un sistema de registro de las intervenciones y de seguimiento y monitoreo del avance e impacto de los indicadores”.
Educación de calidad para todos
Absolutamente todos requieren una educación de calidad. El acceso debe ser fácil y seguro en todos los niveles, para niñas y niños, de bajos recursos económicos o no, y sin importar en qué parte del Perú estén. Un dato no alentador lo aporta el PNUD, esta señala que de cada 4 niñas solo 1 accede a educarse en los países en desarrollo. Estadística aplicable a nuestra realidad, si tenemos en cuenta que el Perú es uno de estos y si, además, visibilizamos la vigencia de algunas prácticas machistas en el país.
Por otro lado, según el Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI), los niveles de pobreza monetaria han venido reduciéndose en algunos espacios. Del 2012 al 2016, hubo una disminución cuantitativa del 26 % al 21 %, en tanto que la pobreza extrema pasó del 6 % al 4 %. Destacable para el contexto, ya que un mayor poder adquisitivo hará que los padres de familia acceden a que sus hijos estudien y no trabajen como se ha visto en muchos lugares; aunque no se trate solamente de esto, sino de una cultura por la educación.
Para Mariana Rodríguez, el esfuerzo en la actualidad aún no es suficiente, pero lo positivo es que las acciones del sector privado se direccionan a trabajar en las poblaciones más vulnerables de la sociedad. “Se requiere trabajar más en la igualdad de oportunidades para todos, independiente del nivel socio-económico, género, situación de discapacidad o vulnerabilidad. Lo bueno es que la mayoría de los programas del sector privado están orientados a cerrar estas brechas, con intervenciones en zonas peri-urbanas, enfocadas en las niñas y los niños”.
¿Cómo vamos en alfabetización?
La alfabetización es otro cariz en el que se ha estado trabajando a nivel nacional. Para tal propósito, el Minedu ha implementado programas con el fin de erradicar este inconveniente. La Educación Básica Alternativa es una modalidad opcional para quienes no pudieron formarse en la convencional, aquella ofrecida desde los primeros años de vida a todos y; específicamente, es el Programa de Alfabetización y Continuidad Educativa (PACE) que busca reducir la tasa de analfabetismo.
También hay algunas iniciativas entre el sector privado y el Estado, como las que están aplicando en el interior del país las ONG. Por otra parte, las cifras del INEI señalan que hay un aproximado del 6 % de la población, mayor de 15 años, que no saben ni leer ni escribir. Asimismo, la región más afectada es la zona andina con el departamento de Apurímac con una mayor tasa de analfabetismo del 15.2 %. Finalmente, en todo el territorio nacional se calcula que hay más de un millón de personas con esta incapacidad.
Mariana Rodríguez puntualiza: “La tasa de analfabetismo es relativamente baja, 6%. Sin embargo, existen diferencias entre las zonas urbanas (3,7 %) y rural (14,6 %). En las zonas rurales, la tasa se amplía para las mujeres, 23,5 % vs. 4 % en hombres”. Además, agrega un aspecto en relación a lo digital: “Si bien se debe seguir trabajando para reducir la tasa de alfabetización, es importante preocuparnos y actuar en la alfabetización digital. Necesitamos asegurarnos que todos los peruanos podamos desenvolvernos con soltura en el mundo digital”
Con un gran número de tareas pendientes aún por cumplir, queda claro que el Estado y el sector privado tienen que mejorar los esfuerzos en conjunto por lograr una educación de calidad para todos y todas en el Perú.