Por Stakeholders

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Lisseth León, promotora de la iniciativa Biciterra, conversa sobre los objetivos que persigue este proyecto que recibió el apoyo de la Municipalidad de Lima, el cual busca sumar a más mujeres a las ciclovías de la capital. Refiere que en la actualidad solo 35% de ciclistas en Lima son mujeres, por lo que existe una evidente brecha que se debe reducir.

POR RENZO ROJAS
rrojas@stakeholders.com.pe

 

¿Cuál es la finalidad con la que plantearon este proyecto?

Nuestro objetivo es incentivar e incrementar la participación de las mujeres en el ciclismo, empezando por el distrito de Villa El Salvador (VES). La idea es hacerlo a través de la recuperación de componentes de bicicletas, los cuales son finalmente entregados a mujeres de organizaciones sociales y también personas vulnerables de los diez sectores de este distrito.

Nos movemos en base a dos puntos esenciales, que son parte de nuestra motivación. El primero es ser inclusivos con la movilidad, la cual estimule el transporte de las mujeres en bicicletas. Cabe resaltar que VES es un distrito que tiene aproximadamente un 51% de mujeres. Por otro lado, está la sostenibilidad, ya que con la recuperación de bicicletas que no están operativas, o componentes que muchas veces se pierden, estas pueden pasar por mantenimiento y ser reparadas para volverse a usar.

¿Con qué procesos cuenta Biciterra para cumplir con los objetivos?

Biciterra cuenta con tres procesos fundamentales en los que hemos basado el proyecto. Lo primero es impulsar la recolección. Se trata de estimular el programa mediante donativos o contar con ciudadanos de Lima que puedan entregar los componentes de sus bicicletas que no están usando. Después nos encargamos de la reparación. Esto último es una etapa muy importante con la finalidad de ser entregadas a mujeres.

Sobre a quién se le va a entregar las bicicletas, este es un proceso que no es aleatorio. Lo coordinaremos con las autoridades municipales de VES, específicamente con el área de Desarrollo e Inclusión Social, con la que por cierto ya hemos contactado y reunido en varias ocasiones. La finalidad es acercarse a las personas para sostener conversaciones y así entregar las bicicletas a quienes más lo necesiten.

Específicamente en el tema de recolección, ¿de qué manera va a ser su dinámica de trabajo?

En recolección estamos construyendo un remolque. El objetivo es recoger las bicicletas con este remolque para mantener el espíritu del proyecto de generar cero emisiones. Esa es parte de nuestra contribución. Tanto yo como Santiago – a cargo también de la iniciativa – somos los que recogemos estos componentes, que, por ejemplo, con grupos de ciclistas de VES tenemos ya pactado la entrega de algunos los donativos.

¿Qué otras acciones piensan implementar para el desarrollo del proyecto?

Vamos a capacitar a mujeres en temas básicos de movilidad y hacerlas también promotoras del uso de la bicicleta en sus comunidades. Es un objetivo que forma parte de la entrega. Otro punto es realizar actividades como talleres de reparación en sus mismas localidades, de modo que podamos tener acceso a bicicletas inoperativas y repararlas en estos espacios.

Al respecto, tenemos  conversaciones con aliados importantes. Por ejemplo, el taller de reparación “El Paisa” del mismo VES. Les comentamos esta iniciativa y se unieron con mucho entusiasmo. Además, la idea es hacer partícipes a grupos de ciclistas. En VES los colectivos de ciclistas son muy grandes como “Ciclistas Villa”, que bajo el marco del proceso de recuperación de componentes van a poder colaborar en la entrega de estos elementos.

¿Quiénes más te acompañan en esta iniciativa?

Somos tres personas que estamos llevando a cabo el proyecto. Yo, Santiago Castro y mi padre. Juntos vamos a trabajar en las redes sociales como una vía para incentivar y comunicar aspectos como la reparación de bicicletas. Nosotros somos ciclistas desde antes de la pandemia. Esta idea surgió de la experiencia de rodar por las calles de Lima, de ver el ligero incremento de más ciclistas en las vías como la avenida Arequipa.

Sin embargo, observamos todo lo contrario en los distritos de Lima Sur. Vivo en San Juan de Miraflores. Aquí existen ciclovías como VES, pero el porcentaje de uso antes de la pandemia era bastante bajo.  En medio de la pandemia, hicimos un conteo rápido en las principales vías  de estos distritos y obtuvimos que de cada cinco ciclistas solo uno era mujer. Un porcentaje muy bajo.

 

¿Cómo se decidieron a participar del programa de la Municipalidad de Lima?

Aproximadamente en mayo del 2020 vimos la convocatoria de “Lima, Mujeres por el Clima”. Ahí inscribimos la idea del proyecto. De las 160 iniciativas que postularon, en junio recibimos la grata noticia que fue seleccionada en el grupo de diez proyectos que accedería al programa de mentoría. Este consistió en la formación de los que lideramos las ideas. Nos dieron una serie de herramientas muy buenas: de gestión, planificación, redes sociales, entre otras materias, para poder implementar nuestros proyectos desde la formulación hasta la ejecución.

Fue importante que tuviéramos como mentora a Patricia Alata de “Lima Cómo Vamos”, quien nos dio un gran aporte con el tema de ideas y retroalimentación. Hicimos la exposición final en marzo de este año, en el que tuvimos nuevamente la sorpresa de que Biciterra fue galardonada como el proyecto que puede ser impulsado.

¿Qué sigue a esto?

Ahora lo que toca es impulsar las redes sociales y movernos en lo que es todo Lima, empezando por Lima Sur que es nuestro primer objetivo. Luego dirigirnos hacia Lima Centro, que tiene una capacidad de bicicletas bastante interesante. Estadísticas señalan que el 32% de hogares de Lima tiene al menos una bicicleta disponible y muchas de ellas pueden estar inactivas. Hay que promover que sean entregadas por donativos.

¿Para cuándo tienen pensado hacer las primeras entregas de bicicletas?

Actualmente, estamos en el proceso de recepción de los donativos. Tenemos por el momento dos bicicletas pequeñas, entre otros componentes de repuestos que contamos como equipo de trabajo. Hemos realizado los cambios necesarios y ahora tenemos dos bicicletas listas para niños. La intención es seguir recolectando, aunque recién estamos empezando. También estamos elaborando el diseño de la página web. De esta manera, proyectamos que dentro de muy poco recibamos una gran cantidad de donativos. Nuestra idea es que este mismo mes podamos realizar la entrega de algunas bicicletas.

¿Cómo ven posibilidad de que la iniciativa se mantenga en el tiempo?

Esta primera entrega sería un piloto en verdad, la cual nos va a permitir ver qué puntos podemos fortalecer. Hay algunos que merecen ser analizados porque, de repente, podemos obtener componentes metálicos  que no pueden ser reutilizados. Para ello haremos la recolección de estos materiales para generar también recursos. Estamos viendo a la vez cómo llegar a otros grupos de ciclistas, para así  promover más los donativos. Eso es esencial.

Asimismo, estamos viendo, en cuanto a sostenibilidad del proyecto, la alternativa de integrar a empresas. En VES hay una minera no metálica y otras medianas empresas. Podríamos llevarles nuestra iniciativa para que la incluyan dentro de sus planes de responsabilidad social que tienen. Si bien tenemos algunas herramientas, vamos a necesitar de algunos componentes nuevos como frenos. Una idea también es reparar algunas bicicletas para luego venderlas, y así generar más recursos y comprar otros materiales que requerimos.

 

No cabe duda de los beneficios que trae consigo la promoción del uso de bicicletas, especialmente para las mujeres…

Entre los beneficios está ayudar a combatir índices elevados de obesidad. VES es el segundo distrito con más casos de obesidad de Lima. Sosteniendo una actividad física moderada de 150 minutos a la semana, podemos rebatir estos indicadores a través de un estilo de vida sano. Otro es disminuir el riesgo de ataques o agresiones sexuales en el transporte público. Lima es la tercera ciudad en América Latina más insegura para las mujeres en este aspecto.

Más allá de eso, ¿qué tanto más las fortalece?

El más importante es sumar a la mujer para que tenga mayor autonomía. Con ello va a acceder a servicios y bienes de su ciudad. Incluso la bicicleta puede ser un tipo de herramienta de trabajo. Tener más mujeres en bicicletas es volver a la ciudad un entorno más seguro e incluyente. Es importante trabajar en estos programas. Estadísticamente, Lima tiene indicadores muy bajos, ya que solo el 35% de ciclistas son mujeres. Esto nos estimula a seguir. Es la base de nuestro trabajo que nos lleva al objetivo de incentivar a la participación de las mujeres en el ciclismo y empoderarlas.

 







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