En la región, donde solo el 50,3% de las mujeres participan en actividades económicas (los hombres lo hacen en un 78,9%), todavía queda un largo camino por recorrer

Por Luis Paucar

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Este martes 17 de septiembre se realizó la segunda jornada de Perú Sostenible En Vivo, una edición en la que se abordó la temática de Personas y los retos actuales de la salud mental como efecto de la pandemia, así como la importancia de la igualdad de género para resolver los desafíos en la alimentación, educación y reducción de pobreza. 

Joanna Barsh, socia principal emérita y asesora principal de McKinsey & Company, abrió la primera parte con una ponencia en inglés sobre cómo aportar al desarrollo del país desde el rol de las mujeres.

La experta señaló que, de no haber sido por la incorporación de 70 millones de mujeres al mercado laboral en los últimos 20 años, difícilmente en la actualidad se hablaría del milagro económico latinoamericano, aquel que logró tasas de crecimiento promedio de alrededor del 5% entre 2002 y 2008 y que paralelamente redujo drásticamente la pobreza extrema y permitió que la clase media creciera a niveles históricos.

En la región, donde solo el 50,3% de las mujeres participan en actividades económicas (los hombres lo hacen en un 78,9%), todavía queda un largo camino por recorrer, pues persisten barreras sociales, económicas y legales que impiden a las mujeres desplegar todo su potencial y participar de forma plena en la vida pública.  

Basada en información recabada en encuestas globales, Barsh indicó que es imprescindible sumar acciones legales y políticas a las medidas de empoderamiento económico y de liderazgo de las mujeres. En otras palabras, es necesario apuntar a su autonomía económica, física y política.

En un siguiente momento, Liza Guzmán, VP Costumer Strategy de la organización Acción, abordó el papel de la inclusión financiera para lograr la igualdad de género. La especialista evidenció que el manejo de las finanzas en los hogares es uno de los puntos álgidos en el camino de la igualdad de género. 

El panorama refleja la necesidad de mejorar el acceso de la mujer al sector financiero, para lo que se necesita “una mayor educación financiera para mejorar los niveles de ahorro, la gestión del dinero, el acceso al sistema crediticio, la autoconfianza y las capacidades digitales y de negociación”.  

Para la experta, también urge trabajar en reducir las brechas en comportamientos, planificación, conocimientos y actitudes financieras, así como en inclusión financiera y vulnerabilidad. Adicionalmente, será necesario trabajar en mejorar el acceso, uso, calidad e impacto de los productos financieros en el bienestar financiero de las mujeres.

Por su parte, Onome Ako, directora general de Acción contra el Hambre Canadá, trató el tema de la desnutrición en el Perú desde un enfoque de género. “En el mundo, una de cada tres personas no tienen acceso a una nutrición adecuada y 820 millones de personas se van a dormir con hambre todas las noches, la mayor parte son mujeres y niños. Los números están creciendo”, empezó la experta, que citó antecedentes como la pandemia, la crisis sanitaria y el fenómeno climático. 

Hablar del derecho a la alimentación implica no solo la necesidad de una ingesta calórica mínima (en torno a dos mil calorías por persona al día) sino además de alimentos con alto impacto en los procesos de desarrollo infantil (proteínas, vitaminas, consumo de hierro).

Si bien muchos de los indicadores nacionales en países en desarrollo como el Perú han mejorado en los últimos años, (por ejemplo, la desnutrición infantil ha disminuido en casi 10 puntos  en los últimos 5 años) aún hay mucho por hacer. 

Otro de los desencadenantes es la anemia, que afectó al 40 % de menores de tres años en el 2020 y al 20,9 % de mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años), una deficiencia de hemoglobina que golpea en mayor medida a la población andina y rural.

“45 países, incluido Perú, están expuestos a la crisis actual. El costo de los alimentos ha subido un 20%. Una complicación para Perú es que encuentran empleo informal”, señaló Ako.

La primera parte de la jornada cerró con una charla sobre el rol del sector financiero en la generación de oportunidades, a cargo de Douglas Beal, socio y director de Sustainable Investing & Social Impact del Boston Consulting Group.

Para Beal, el hecho de tener un sistema financiero sano promueve el desarrollo económico de un país porque permite la inversión de capital hacia actividades productivas, como la construcción, la industria, tecnología y la expansión de los mercados.

Los productos y servicios que ofrece el sistema financiero afectan directamente la vida de todos los agentes que participan en él, lo que obliga al Estado a realizar una vigilancia a través de normas y regulaciones, otorgando confianza a la sociedad y estabilidad a la economía en general, añadió. 

De este modo, el sector privado y la economía del país ganan competitividad. Los mercados financieros son claves para el crecimiento económico y empresarial.







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