Por Stakeholders

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Un grupo de expertos, reunidos por IPAE Asociación Empresarial, consideró que en medio del escenario atípico y de incertidumbre, los niños y adolescentes pueden desarrollar competencias y valores como la autonomía, la empatía y la solidaridad.

 

Por Equipo de Stakeholders

 

En la actualidad, son cerca de 8 millones de estudiantes de educación básica, 85% en el ámbito urbano y 15% en el rural, quienes junto a los padres de familia, maestros, directivos y autoridades están viviendo una transformación veloz, pasando de un aprendizaje presencial a uno a distancia.

Tomando en cuenta este panorama, IPAE Asociación Empresarial desarrolló una reunión virtual donde se abordó el tema “Año Escolar 2020: Desafíos y oportunidades”, en el cual participaron Susana Díaz, Gerente Institucional dela Asociación de Colegios Particulares Amigos (Adecopa); Flor Pablo, exministra de Educación; León Trahtemberg, líder pedagógico del colegio Aleph; junto con Fr. Elías Neira, Presidente del Comité Estratégico de Educación de IPAE, quienes compartieron sus perspectivas y propuestas para que la educación cumpla su finalidad.

La sesión estuvo compuesta por dos bloques: Educación a distancia y Normativas y pensiones. Ambas estuvieron enfocadas en evidenciar que este 2020, ningún estudiante debe perder el año escolar; para ello se deben llegar a consensos, recuperar la confianza en el sistema educativo y entre todos los que lo conforman, incluyendo padres, maestros, directivos, autoridades y la comunidad en sí.

Con respecto al primer bloque, León Trahtemberg señaló que dadas las circunstancias en las que vivimos, la educación a distancia es la única modalidad viable para poder llevar adelante el año escolar 2020. Indicó que, en una situación normal, tanto la educación presencial como la remota son complementarias y cada una tiene sus beneficios.

El especialista exhortó a la población a tener más paciencia y respeto por los maestros en el proceso de aprendizaje, debido a que, en vez de revalorizarlos, se les reclama y exige sin pensar en el difícil trabajo que realizan. “A esta dificultad agreguemos que el maestro ha tenido que dejar la educación presencial, en medio de polémicas que cuestionan la validez de la educación a distancia, y frente a exigencias de que se disminuyan las pensiones, afectando sus remuneraciones”, precisó.

Por su parte, Flor Pablo rescató que en medio del escenario atípico y de incertidumbre, los niños y adolescentes pueden desarrollar competencias y valores como la autonomía, la empatía y la solidaridad. Asimismo, destacó que es una gran oportunidad para que los adultos entiendan la importancia de la dinámica familiar dentro del aprendizaje. “Este es el contexto ideal para entender la educación integral, sobre la alianza ideal de las familias y las escuelas”, comentó.

Para la exministra, la emergencia nacional implica un compromiso de que los adultos asuman que hay aprendizajes sobre los cuales se tiene que desaprender. “Este escenario nos plantea que no hay forma de salir de la pandemia si no tenemos una mirada de bien común, de empatía y colaboración”, agregó.

De igual modo, especificó que la situación en las zonas urbanas y rurales son distintas y que, si bien ambas presentan diversas complejidades, en el área rural la responsabilidad de la educación recae en pocos actores y es ahí donde se debe apelar a la red de comunidades para que la educación se facilite.

Una nueva mirada sobre el trabajo escolar

Susana Díaz hizo un llamado a los peruanos a que la actual situación de emergencia sanitaria implica una nueva mirada sobre el trabajo escolar y la evaluación del mismo. Señaló que es distinta la evaluación para el aprendizaje, que requiere verse como un proceso, que la evaluación de los aprendizajes, que son conducentes a la certificación. La evaluación para el aprendizaje supone observar, retroalimentar, ver el proceso que sigue el estudiante para adquirir las competencias.

También explicó que el rol del padre de familia es protagónico, como primer educador, pero tiene que tener en claro que no es el docente, y que, si el estudiante tiene una dificultad, debe acudir a su profesor. A su juicio, esto es un reto para los padres de familia, que van a necesitar de mucho autodominio, paciencia y organización para manejar los conflictos que surjan de una manera pacífica.

¿Reducir pensiones?

Con respecto al bloque de las Normativas y pensiones, se explicó que 1.5 millones de estudiantes cursan la primaria o secundaria en un colegio privado. La mayoría de ellos, 60%, lo hace en colegios cuyas pensiones no superan los S/. 300 mensuales; 24% asisten a colegios con pensiones entre S/. 300 y S/. 500; 10% en instituciones entre S/. 500 y S/. 900; y el restante 6%, estudia en un colegio con una pensión mayor a S/. 900.

Esta gran heterogeneidad demuestra que no es viable tomar decisiones uniformes, como la reducción de pensiones en un 50%.

Susana Díaz resaltó que cada colegio tiene una situación y un desarrollo económico específicos y que, por ejemplo, del total de los gastos, los pagos a docentes y personal, representan entre un 70% y un 80% de los ingresos. Indicó que los colegios privados ya han ofrecido a los padres de familia descuentos que están al alcance de la institución, préstamos de financiamiento y becas. Sin embargo, ya han llegado a su límite.

En ese sentido, resaltó que es importante que el Estado pueda apoyar a los colegios, especialmente a los que tienen pensiones menores a S/. 300, para que mantengan el equilibrio entre atender las necesidades de los estudiantes y cumplir con las remuneraciones a los docentes.

Trahtemberg exhortó a los padres de familia a tener más confianza en los colegios que escogieron para educar a sus hijos. Asimismo, pidió que tengan en cuenta que las escuelas buscan cuidar a los maestros hasta fin de año, a fin de que los profesores no dejen de trabajar y los alumnos no dejen de recibir clases.

Sobre este punto, Flor Pablo coincidió en que el Gobierno debe plantear condiciones que ayuden tanto a las familias como a los colegios para que la educación continúe durante el año. “El Ministerio ya ha hecho un esfuerzo gigantesco para poner una plataforma de aprendizaje, ahora necesitamos una intervención para garantizar la continuidad del sistema de educación”, comentó.

Fr. Elías Neira subrayó que por el momento la educación a distancia es la única vía posible y afirmó que los docentes están en la primera línea de defensa para que la educación continúe, por lo que es fundamental valorar sus esfuerzos y ofrecerles programas de apoyo, ya que la salud emocional de ellos se puede ver afectada.

Asimismo, especificó que los líderes educativos deben replantear la forma cómo se están comunicando con las familias, y generar espacios de escucha para consensuar estrategias que permitan continuar brindando el servicio educativo que sus estudiantes requieren. Además, resaltó que es necesario transparentar los principales rubros de costos operativos de escuelas con el fin de generar confianza, tomando en cuenta la morosidad y focalizando la ayuda en los que más lo necesitan.

Finalmente, Neira destacó que el rol del padre y madre de familia es propiciar un lugar seguro y un clima de confianza en el hogar que facilite el aprendizaje de los hijos. “El Perú requiere que todos los actores tengamos como propósito los aprendizajes de todos los estudiantes y su salud. Para lograrlo, se requiere fortalecer tanto a la educación pública como a la privada, ambas son necesarias, ambas deben ser de calidad”, puntualizó.

 







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