La empresa automovilística Mercedes-Benz incluirá componentes relevantes para la seguridad fabricados con aluminio de bajas emisiones de CO2 en la producción a gran escala. Esto luego de ejecutar diversas pruebas de validación, donde se ha logrado casi un 70% de reducción de CO2 en comparación con la media europea y un mínimo del 25% de contenido reciclado.
Tras una exitosa fase de pruebas con aluminio bajo en carbono, la empresa empezará a producir en serie componentes estructurales de fundición fabricados con este material más sustentable. El aluminio probado tiene una huella de carbono de solo 2.8 kg de CO2 por kg de aluminio (cifra baja si se la compara con el valor promedio).
Hydro suministrará aluminio reducido en CO2 a la fundición de la planta de Mercedes-Benz en Untertürkheim (Alemania). Este material representa alrededor del 60% del aluminio total utilizado en esa fábrica e incluye un contenido de descarte del 25%. El material se utiliza en componentes estructurales para los modelos EQS, EQE, Clase S, Clase E, GLC y Clase C.
En busca de cumplir con su Estrategia Ambition 2039, Mercedes-Benz busca integrar en sus vehículos aluminio con una huella de carbono reducida en un 90% en comparación con la media europea de aquí a 2030. Las medidas en este sentido incluyen el uso de óxido de aluminio optimizado para las emisiones de CO2 y la reducción de las emisiones de CO2 derivadas del proceso de electrólisis mediante el uso de electricidad verde y tecnologías innovadoras.
Cabe mencionar que en los próximos diez años, Mercedes-Benz pretende aumentar la proporción de materias primas recicladas en su portfolio de vehículos hasta en un promedio del 40%.