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En entrevista con Stakeholders, Matilde Schwalb, Directora del Centro de Ética y Responsabilidad Social (CERS) de la UP, refiere que en este nuevo aniversario de la Universidad, uno de los grandes retos es luchar por la calidad de la educación y seguir demostrando que es un actor de la sociedad que brinda aportes a la comunidad. También habla de la Guía de Responsabilidad Social Universitaria que mide los impactos que tiene esta universidad en diferentes dimensiones, como son la docencia, la de investigación, la de extensión universitaria, la gobernanza y el tema ambiental.

Por David Rodríguez Andara
drodriguez@stakeholders.com.pe

¿Cuál es el norte al que apunta la Responsabilidad Social Universitaria en la UP?

La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) es algo que siempre existió, pero que no le habíamos dado nombre hasta hace unos años. Para comprender las bases de la estrategia de sostenibilidad de la UP, primero se debe entender la visión de la universidad que se mantiene igual desde su fundación en los años 60 y que busca la capacitación de profesionales que contribuyan con la sociedad.

En sus comienzos, la UP nació para asistir la demanda de las empresas en profesionales de ciencias económicas, pero la misma trayectoria de la universidad ha demostrado que su impacto va más allá, a través de las decisiones que
toman egresados de la UP que se han ido colocando en altos puestos de los sectores públicos y privados. Además la UP como universidad siempre se está actualizando para contribuir con el cambio social y con las mejoras de la sociedad. Nuestro reto como docentes es lograr una oferta educativa que esté actualizada en términos de conocimiento, por lo que la tecnología corre de manera transversal en todas nuestras carreras.

¿Cuáles son los principales lineamientos que sustentan la Guía de Responsabilidad Social Universitaria que tiene la UP?

En 2019 diseñamos una Guía de Responsabilidad Social Universitaria que contribuye a alcanzar nuestra misión, facilitando la gestión universitaria para así generar impactos favorables a la sociedad en diferentes ámbitos.

Nuestra Guía de Responsabilidad Social Universitaria mide los impactos que tiene la universidad en diferentes dimensiones, como son la docencia, la de investigación, la de extensión universitaria, la gobernanza y el tema ambiental.

Esta última dimensión puede ser vista o no de manera transversal porque puede estar presente en diferentes ámbitos. Esta guía además brinda los mecanismos para alcanzar una gestión universitaria transparente e inclusiva, mediante los órganos de control de la propia universidad. Hay que destacar también que la guía está disponible y que se ha aplicado en otras universidades del país, porque es un instrumento que ayuda en la actualización de la gestión universitaria, paso por paso, desmenuzando cada componente con estándares y claros procesos de mediciones.

¿Cómo lograr una visión más integral de la Responsabilidad Social Universitaria?

Muchas universidades entienden que la Responsabilidad Social es solo una extensión universitaria con carácter filantrópico. En la UP vemos este concepto de manera más integral, por todo lo que hacemos, no solo para formar a un profesional con una visión de contribución a la sociedad, sino también para impulsar la producción de documentos académicos y libros de nuestros docentes.

Además nuestra Guía de Responsabilidad Social Universitaria promueve un proceso de mejora continua, porque estamos claros que siempre tenemos que estar mejorando en todos nuestros procesos.

¿De qué manera la UP maneja el concepto de Gobierno Corporativo?

El concepto de Gobierno Corporativo busca conservar el capital de la empresa, tal y como quedó establecido en la norma original promovida por la OCDE hace más de 20 años, tras los escándalos de fraudes y quiebras de grandes empresas como Enron en EE.UU. Este concepto permite analizar los mecanismos que pueden llevar a una empresa a esa situación.

Debido al crecimiento que puede tener una empresa, es oportuno preguntar si el accionista es solo un dueño o inversionista que solo desea ganar dinero. Por ello resulta necesario preservar el valor de la empresa para que no se deteriore y proteger así al accionista, para que su dinero no lo vaya a perder por culpa de una actividad ilícita de la empresa. Es entonces cuando surgen los llamados criterios ESG, que son métricas seleccionadas para poder incorporar los riesgos ambientales, sociales y de gobernanza que siempre han estado allí.

En el caso de la UP, la universidad gestiona su gobernanza sobre una serie de principios tales como la transparencia, la separación de control, la designación de funciones, los mecanismos para evitar las malas prácticas, entre otros. Esta serie de principios nos garantiza un buen gobierno corporativo, donde la comunicación es básica.

¿Cómo ve la aplicación de criterios ESG en las empresas en el Perú?

El contexto peruano actual no facilita que se profundice en el tema ESG, porque estamos definiendo un nuevo contrato social y las instituciones del gobierno actualmente no están funcionando.

Pero los criterios ESG resultan más fáciles para las empresas con exposición internacional que están en el país, que ya hablan de finanzas sostenibles o producción sostenible, con propuestas concretas para abordar estos temas en el Perú.

Para estas empresas es obligatorio hablar de ESG porque están en comunicación con instituciones financieras que miden riesgos ambientales, sociales y de gobernanza desde sus propios clientes. Lo bueno es que este modelo internacional cada día se ha ido adaptando más al país.

¿Qué opinión le merece el tema de la Equidad de Género?

La Equidad de Género es vista como un problema mundial, pues la mujer no solo gana menos en su trabajo, sino que tiene limitado el acceso a oportunidades para llegar a altos cargos dentro de una empresa.

Nuestra Guía de Responsabilidad Social Universitaria mide los impactos que tiene la universidad en diferentes dimensiones, como son la docencia, la de investigación, la de extensión universitaria, la gobernanza y el tema ambiental.

A raiz de la pandemia, se hizo más evidente este tema que perjudica a la mujer. Por ejemplo, con el trabajo remoto, el mayor peso de cuidar a los hijos y su educación cayó en las mujeres trabajadoras.

Sin embargo, en la UP vemos como más mujeres entran a la universidad y egresan como profesionales en nuestras carreras. Además hay dos vicerrectoras y varias decanas. Inclusive, no hay nada que impida a una mujer ser rectora en nuestra universidad.

El contexto peruano actual no facilita que se profundice en el tema ESG, porque estamos definiendo un nuevo contrato social y las instituciones del gobierno actualmente no están funcionando.

¿Cuáles han sido los principales retos de la UP frente a la pandemia de Covid-19?

El Covid-19 nos hizo replantearnos como institución para poder pasar el temporal que significó esta pandemia. Ya se cumplen 2 años desde que esto comenzó en el Perú y hemos podido abordar con éxito esta situación, gracias a la inversión en tecnología que ha hecho la universidad que está en permanente actualización para apoyar al profesorado y a los alumnos.

Esta pandemia ha representado un cambio en la forma como nos comunicamos en estos tiempos. Ahora el reto es empezar a salir con clases presenciales midiendo el impacto en la adaptación de la comunidad universitaria.

También es un reto para la UP la captación de estudiantes de colegios de todo el país, porque no es lo mismo que vengan alumnos de otras regiones a recibir clases en una misma aula física, que ir a la casa de esos alumnos con clases virtuales, tomando en consideración problemas como el acceso a internet y equipos por parte de los estudiantes. Todo son retos que hemos ido superando con tecnología para que el estudiante pueda concentrarse y comunicarse sin problemas.

Un gran reto que tenemos por delante en la UP tiene que ver con el hecho de cómo podemos capturar a esa población de estudiantes que necesitan una educación universitaria de calidad pero que no tienen los recursos para ello. Para eso es necesario buscar fuentes de financiamiento que nos permitan lograr programas de nivelación con estos alumnos.

¿Cómo enfrenta la UP este nuevo aniversario aún en pandemia?

En este nuevo aniversario de la UP, uno de los grandes retos es luchar por la calidad de la educación. La UP debe seguir demostrando que es un actor de la sociedad que brinda aportes a la comunidad. Por esta razón, debemos seguir formando a esos profesionales que mañana solucionarán los problemas del país. Y para ello debemos hacerles comprender la importancia de tomar decisiones y las consecuencias que estas puedan acarrear.

También en la UP buscamos promover el espíritu del estudiante, preparando profesionales en sus carreras sobre la base ética que les permita entender el efecto de sus decisiones en otros grupos. Es necesario promover una sociedad avanzada donde uno confíe en el otro. Por ello, la UP promueve sangre nueva y vida que busque este cambio en la sociedad.

¿De qué manera la universidad fomenta el liderazgo y la formación de nuevos líderes?

En materia de Liderazgo, la UP busca formar líderes con una visión a largo plazo y que contemplen soluciones a los problemas de la sociedad y el Perú. Son líderes que presenten propuestas tanto en los sectores público y privado para tratar de mejorar en algo esos problemas.

Hay que tener claro que desde donde estén estos líderes no se pueden solucionar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Por ejemplo, la UP tiene sus fortalezas, pero no podía diseñar una vacuna para el Covid-19 porque no tiene una Facultad de Medicina, pero sí se hizo un análisis de la situación de las familias más vulnerables en el país que pudieran recibir ayuda de recursos públicos durante la pandemia. Por eso, cada universidad apunta a mejorar la sociedad en la medida de sus fortalezas.

¿Marketing Responsable o marketing para la sostenibilidad?

Para considerar como responsable al marketing, este debe tomar en cuenta el impacto de las decisiones y actividades que desarrolla una empresa. Así lo señala la Directora del Centro de Ética y Responsabilidad Social (CERS), quien indica que el marketing responsable debe ser visto como marketing para la sostenibilidad, en el que las acciones de una empresa impactan tanto en el mercado como su relación con el consumidor final.

“No se puede invadir la privacidad de las personas para vender un producto o servicio, y mucho menos se puede vender lo que no se necesita. Tampoco se deben utilizar datos no autorizados para comercializar un producto. Por eso es necesario formar gente que debe entender primero al cliente y diseñar productos que se rijan por los principios de la economía circular y cuidado del medio ambiente. No podemos seguir con la producción de productos rápidos y que los equipos se queden desactualizados aunque esté en buenas condiciones”, refiere.

Al respecto, comenta que hay que reducir la producción que emplea combustible fósil y disminuir los residuos electrónicos que son altamente contaminantes.

“Desde el diseño del producto hay que tener claro a quién le va a servir, qué necesidad va a satisfacer, qué servicio se va a dar y cómo se va a fabricar. No se puede seguir haciendo productos contra el medio ambiente”, afirma.







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