Por Stakeholders
Lectura de:
Por Manuel Silva Pimentel
Co-fundador y Presidente de Kunan
Cada vez escuchamos hablar más de la contribución que realizan los emprendedores sociales para solucionar los principales desafíos que el mundo enfrenta. Su rol se vuelve aún más relevante cuando pensamos en el impacto que la pandemia viene teniendo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y los esfuerzos que se deben realizar, en colaboración con el Estado, para reducir las brechas en sectores clave como educación y salud. Sin embargo, existe muy poca información sobre el impacto económico que generan las empresas sociales y visibilizarlo puede acelerar su crecimiento.
En la Unión Europea, las empresas sociales generan el 8% del PBI y más de 13 millones de empleos, de acuerdo con una publicación del programa de cooperación interregional Interreg Europe del 2021. En el caso de Latinoamérica, el reporte “Las empresas con propósito y el auge del Cuarto Sector en Iberoamérica”, publicado en el 2019, indica que este tipo de empresas representa el 6% del PBI y suma cerca de 10 millones de trabajadores. Por un lado, se encuentran países como México, en donde las empresas sociales representan el 13% del empleo a nivel nacional y contribuyen con el 7% del PBI. En otros países como Chile o Colombia, el número de empresas sociales aún se encuentra por debajo de las cuatro mil y su contribución al PBI llega al 2%.
En el caso del Perú, no contamos con datos acerca de la contribución al PBI o la generación de empleo de las empresas sociales. No obstante, se han registrado importantes avances en la generación de un marco económico y regulatorio propicio para su desarrollo. La más reciente, de febrero del 2021, es la entrada en vigor de las disposiciones de la Ley de la Sociedad de Beneficio e Interés Colectivo, la cual ofrece un marco de reconocimiento a las empresas con propósito. Este es un hito importante pues, como muchos estudios lo demuestran, uno de los principales retos para las empresas sociales es la inexistencia de un ecosistema propicio para este perfil de organizaciones. Y por ello existe Kunan.
Con Kunan buscamos que existan mejores condiciones y mayores oportunidades para el desarrollo de empresas sociales en el país. Creemos en la importancia de construir ecosistemas, de integrar a sus actores y de potenciar el impacto a partir de las sinergias. Los emprendedores sociales están en el centro del ecosistema que venimos articulando desde el 2014, con el objetivo de que cada vez sea más atractivo, sostenible y fácil el emprender con impacto en el país. Ya son más de 340 emprendimientos que forman parte de la Red Kunan, la más grande del país y una de las más grandes de Latinoamérica, y ello nos muestra el potencial y la relevancia que tienen estas organizaciones para solucionar retos en los contextos donde operan. Pero no perdamos de vista el impacto económico de estos emprendimientos, su contribución al empleo formal, su articulación con otras cadenas de valor, su participación en compras públicas o proveeduría social para la gran empresa, entre otros frentes que permiten dinamizar la economía y, al mismo tiempo, hacerla más inclusiva y resiliente. Necesitamos más y mejores empresas sociales para tener un mejor país.
