Los patrimonios mundiales son los bienes más representativos de la riqueza y la diversidad del mundo. La UNESCO les atribuye un valor universal excepcional, por lo que merecen ser cuidados y preservados de una manera muy especial.
En ese sentido, desde el 2016, Grupo AJE viene trabajando en el desarrollo de Ciudades Sostenibles, un pilar con el cual busca proteger los principales patrimonios culturales y naturales de aquellos países en los que opera.
«Nosotros tenemos en AJE una visión en el aspecto de sostenibilidad, que es liderar la revolución natural poniendo en valor la biodiversidad y el legado cultural en los países donde operamos. Lo que queremos es que desde el Grupo AJE, pongamos nuestras marcas al servicio de la sostenibilidad, indicó para Stakeholders Jorge López Doriga, gerente de Comunicaciones y Sostenibilidad del Grupo AJE.
Este proyecto inició con Machu Picchu, pero ahora ya se encuentra en otros seis patrimonios mundiales. Entre los siete patrimonios preservados por AJE, tres se encuentran en Perú, uno en Ecuador y tres en el sudeste asiático, donde se ubican los monumentos históricos más grandes de ese continente.
En cada uno de estos sitios emblemáticos, la multinacional peruana viene desarrollando proyectos de conservación, investigación, gestión de residuos y educación ambiental con el objetivo de preservarlos y entrenar a las próximas generaciones acerca de la importancia de cuidar y conservar el patrimonio cultural y natural de sus países.
«Si queremos proteger estos territorios debemos hacerlo entre todos. En Perú somos Socios Fundadores del Pacto para la cultura 2030, junto a la Unesco y Mincul. Nuestro objetivo es poner en valor las zonas culturales del Perú», comentó López Doriga.
Añadió que este proyecto nace de la necesidad de cuidar el medioambiente, lugar que los vio nacer como empresa. «Iniciamos en plena biodiversidad, en las montañas de Perú, en Ayacucho, en San Miguel. Ahora estamos en cuatro continentes, en más de 20 países, y queremos devolver a la madre tierra y a la sociedad lo que nos ha dado a nosotros», recalcó.
Machu Picchu, un ejemplo de éxito
Ubicada en la hermosa ciudad de Cusco, Machu Picchu es uno de los tesoros más preciados de Perú y del mundo. Está considerado como una de las siete nuevas maravillas del mundo moderno y ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad en 1983.
Su enigma y su belleza natural ha llevado que cada año aumente el número de visitantes nacionales e internacionales. Sin embargo, con la entrada de los miles de turistas también ingresan entre 10 y 14 toneladas de basura.
Con intención de contrarrestar esta situación ambiental, Grupo Aje donó – en alianza con Inkaterra – cuatro plantas de transformación de la basura. «Lo que tiene valor nadie la bota. Esa basura puede transformarla en un bien que pueda aprovechar la comunidad», señaló López Doriga.
Entre las máquinas donadas están: la compactadora de PETS, la cual permite que tres bolsas de 2 metros de altura se conviertan en una de 50 centímetros. «Este material lo compramos para volver a fabricar nuestras botellas. La basura no es un residuo, es un bien reciclado y que además es un recurso económico», explicó.
Por otro lado, hay otras iniciativas que transforman el aceite de cocina de los hoteles y restaurantes en biodiésel, y el vidrio en arena en construcción.
Asimismo, otra maquinaria que retiene todo el carbono y metano de la basura y sirve de abono para las tierras. «Empezamos en el 2015, y en el 2021 Machu Picchu recibió el certificado de Carbono Neutro, convirtiéndose en el primer destino turístico en el mundo en obtenerlo», comentó.
Otros proyectos
La necesidad de cada patrimonio cultural es distinta. En Ecuador se ubica las Islas Galápagos, un destino famoso por sus tortugas gigantes. Se trata de una especie emblemática que antiguamente poblaba cuatro continentes, pero que hoy solo existe en dicho archipiélago y al borde de la extinción.
En ese sentido, el segundo semestre del 2020, AJE se alió con la Fundación Galápagos Conservancy para preservar a las tortugas gigantes y repoblar esta área protegida de Ecuador.
En el caso de Perú existen otros proyectos además de Machu Picchu. Está el Parque Nacional del Manu (Madre de Dios), también patrimonio de la UNESCO En los 2.5 millones de hectáreas viven los osos de anteojos, el único oso de todo el hemisferio sur.
En abril del 2021, AJE firmó un acuerdo con el SERNANP y la Asociación de Agroexportadores Ukumari Paucartambo para promover el cultivo y recolección sostenible del aguaymanto en la zona de amortiguamiento del parque, protegiendo así al oso de anteojos y otras especies.
En Ica, AJE firmó un convenio con la Asociación María Reiche, con la participación del Ministerio de Cultura y la UNESCO, para contribuir a la conservación de las Líneas de Nasca y los acueductos de Cantayoq y Ocongalla, obras de ingeniería hidráulica de la cultura Nasca. Como parte del acuerdo, se vienen desarrollando actividades de conservación de recursos naturales y campañas de concientización a la comunidad en temas como patrimonio arqueológico y protección de las líneas.
Ellos están buscando que este destino sea considerado como patrimonio de la UNESCO, por lo que vienen protegiendo un grupo de árboles del Huarango, los cuales tienen entre 300 y 900 años de antigüedad. Además, tienen un proyecto para educar a los niños en colegios, para que sean guardianes.
«Los países donde operamos, las comunidades viven en las zonas o parques nacionales. Entonces es fundamental capacitar y educar a la población de lo importante que es donde están viviendo y el valor que tienen para que ellos sean los guardianes de estos territorios», señaló López Doriga.
Finalmente, en Guatemala ya han firmado un acuerdo para la protección de la biosfera Maya, en la laguna del tigre y están buscando la protección de la guacamaya roja.