Derechos humanos - Educación
La transformación digital como tema material, por Cecilia Benavides
Por Cecilia Benavides Castro
Gerente de proyectos de Responde
La cuarta revolución ha cambiado la forma en que la sociedad, las organizaciones y los gobiernos se relacionan entre sí. Los negocios son reformulados y hacen uso de drones, de robots y de inteligencia artificial. El internet de las cosas es una realidad y permite a las empresas ser más eficientes y responsables en el uso de sus recursos y los del ambiente. El mundo presencia cómo la tecnología y conectividad ocupan cada rincón posible; y sirve para simplificar procesos, agilizar la toma de decisiones y reducir el error en la producción.
Pero, ¿cómo se aborda este contexto desde la sostenibilidad? Esta reflexión, aunque no habitual en nuestras salas de trabajo, merece la pena cuando recordamos que el propósito que debe guiar la transformación digital son las personas y sus conexiones. En efecto, las organizaciones en general tienen como razón de ser a las personas. Para ellas se simplifican los procesos, para ellas se agilizan los trámites y se acercan los gobiernos, para ellas se evitan riesgos.
La transformación digital sirve al desarrollo en su sentido más amplio.
El Banco Interamericano de Desarrollo, en una reciente publicación (Servicios sociales para ciudadanos digitales, 2018), comenta cómo la transformación digital tiene un verdadero potencial para modificar la sociedad, hacer frente a los problemas sociales y económicos del mundo, y así cambiar la forma en que las personas viven, trabajan y se relacionan. Dos ejemplos concretos:
- La inteligencia artificial permite a los Estados ser más receptivos y más eficientes. Por ejemplo, los chatbots pueden ayudar a conectarse con la población y difundir información relevante, acompañar procesos de participación ciudadana o ayudar a completar transacciones. En un caso, el gobierno de Buenos Aires utiliza AgentBot a través de Facebook Messenger para atender 24/7 y en un tiempo promedio de 1 minuto 20 segundos a los ciudadanos. Su aplicación permite tramitar certificados, conocer el estado de sus multas, hacer denuncias, solicitar citas médicas o registrar una matrícula escolar. Y es solo el comienzo.
- El blockchain facilita la autonomía de los sujetos, eliminando intermediarios en las transacciones, y haciendo, bajo su sistema de nodos, de la verificación y fiabilidad de la información el principal valor. Ejemplo de la aplicación de blockchain a asuntos de desarrollo es el de Sony Global Education, que ha adaptado la tecnología blockchain para registrar los datos y registros académicos, permitiendo que la evaluación académica se realice sin intermediarios y pueda ser compartida con instituciones educativas en el mundo. Ahora piensan expandirlo a todo nivel de evaluación en la educación.
¿Por qué interesa hablar de esto desde la sostenibilidad?
Porque los negocios deben tener como centro a las personas y su desarrollo, y deben considerarlas en su toma de decisión cuando la tecnología sea aplicada. Y ello es, sin duda, gestión de la sostenibilidad.
Los análisis de riesgos e impactos en sostenibilidad aún están lejos de incorporar la transformación digital como un asunto de envergadura. Se le llama “innovación” o “eficiencia”, aunque quizás por su reciente integración en los negocios, no se termina de incorporar en la evaluación de la sostenibilidad.
Para muestra, pongamos el ejemplo de un asunto que podría estar en cualquier panel de sostenibilidad pero que aún no es tan mencionado: el consumo colaborativo.
El consumo colaborativo trata de negocios basados en compartir el bien o servicio que se consume con otros usuarios de la plataforma a la que se tiene acceso. Airbnb y Uber quizás sean ejemplos claros de esto, aunque servicios diversos se dan en todo el mundo: compra y venta de boletos de viaje, sistema de bicicletas compartidas, préstamos, sacar a pasear al perro: el usuario puede ser cliente o proveedor, y ambos al mismo tiempo, si así lo desea.
Grupo de interés |
Clientes que no son solo clientes, sino usuarios, que además son proveedores del servicio que ellos mismos ofrecen a través de la plataforma que brindamos. |
Oportunidades e impactos |
Eficiencia en el uso de recursos (humanos, tiempo, distancia).
Educación del usuario (términos y condiciones, alcance) Confianza y reputación trasladada a las personas, no a la plataforma. Gran red de usuarios, presenciales pero sobre todo digitales. Seguridad de datos Otros más |
En conclusión, es hora de integrar en la evaluación y gestión de la sostenibilidad la transformación digital como tema material.